Otro tanto le cobra al SCH. Todos saben que contratar a Solchaga es contratar a Felipe González. Mientras, el ex presidente asesora a su alter ego, Carlos Slim, principal competidor de Telefónica. Solchaga presidente del Consejo Editorial de Cinco Cías, diario que acaba de otorgar a Slim el título de primer operador de telefonía... ¡por 100.000 contratos! Más que Telefónica Móviles.

Empieza a ser un secreto a voces, y un escándalo en los círculos económicos madrileños, el despacho de asesoramiento que mantiene el ex ministro de Economía de Felipe González, Carlos Solchaga. En el despacho de Solchaga, situado en lo mejor de la madrileña calle Serrano, también trabajó otro ex ministro socialista, Claudio Aranzadi, así como el ex consejero de la Junta de Andalucía, José Aureliano Recio. El sueño de Solchaga consistía en que su despacho sirviera para repartir cargos entre antiguos socialistas tras la llegada de Zapatero al poder. Él mismo se había reservado con sólo una Consejería en Telefónica y otra en Repsol YPF. Simplemente, el Ejecutivo lo ha hecho tan rematadamente mal a la hora de modificar las Presidencias de empresas privatizadas que Solchaga ha preferido mantenerse en su puesto de asesor de lujo.

Por ejemplo, en Telefónica, empresa que le paga un contrato de 500.000 euros al año, a lo que hay que sumar los gastos por gestiones concretas. Telefónica anda ahora empeñada en convertirse en la primera compañía del mundo (ahora mismo, es la tercera por capitalización), y su principal competidora en toda el área hispana (la unidad lingüística es básica en este negocio) es Telmex y América Móvil, las empresas mexicanas que preside Carlos Slim, un verdadero poder en el país más poblado de habla hispana y el más feroz competidor de la operadora española. Slim es íntimo de Felipe González, unido con Carlos Solchaga por lazos de hermandad ideológica y profesional. Pues bien, el diario Cinco Días, del Grupo Prisa, y cuyo director editorial es Carlos Solchaga, publicaba días atrás un trabajo en el que Slim dejaba claro que América Móvil ganaba por 100.000 contratos a Telefónica Móviles y que, por tanto, el primero era él.

La verdad es que una diferencia de 100.000 contratos no representa nada. Lo que sí es importante es la imagen de liderazgo que provoca el pasar a primer lugar. Y todo esto, ante las narices de Solchaga y FG. De todo ello está convenientemente informado Rodríguez Zapatero, pero mira hacia otro lado, al menos por el momento. Todos saben que el ministro de Industria, José Montilla, así como el ex telefónico (le echó Juan Villalonga) secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, no dudan en apoyar a Telefónica, y que Montilla no le debe nada al Felipismo, sino al socialismo catalán. Sin embargo, intentar que González y Solchaga no atenten contra los intereses de las principales compañías españolas, podría romper el PSOE. Mucho más que el problema territorial.

Al mismo tiempo, Slim insiste en que quiere hacerse con AUNA, a fin de entrar en Europa, a ser posible por la puerta grande. Todo depende del banco Santander, pero, sobre todo, del precio, que, no en vano, estamos hablando de Emilio Botín, para quien las consideraciones políticas son importantes, sí, pero el dinero mucho más. No olvidemos la frase favorita del banquero: Lo que no son cuentas son cuentos. 

El problema de Telefónica con las asesorías bien pagadas del Felipismo es el mismo que poseen otras empresas españolas, especialmente en la Argentina y en América Central, donde González tiene mucho predicamento y siempre coloca a Solchaga como asesor. También podríamos hablar de las relaciones extremadamente cordiales entre el ministro de Defensa, José Bono, y el semi-dictador venezolano Hugo Chávez. Los empresarios españoles se preguntan qué país gobernó González durante 13 años.