Los peores presagios se están cumpliendo. Desde la Vicepresidencia económica ya ni se preocupan en ocultar que la futura ley que regulará la actividad del capital riesgo se vende como una de las más abiertas y liberales de Europa, justo en el momento en que los fondos de capital riesgo más especulativos del mundo, están diezmando las empresas españolas y controlando compañías estratégicas e infraestructuras. Todas estas compañías se caracterizan por su apalancamiento, de tal manera que su obsesión es hacer dinero a corto plazo, reducir la inversión en la mediad del o posible sobre todo, reducir los gastos.

Pues bien, a pesar de la adquisición por parte de esos fondos de empresa básicas como AUNA, las redes de distribución de electricidad y gas, o empresas de distribución como El Árbol y Cortefiel, el Gobierno Zapatero quiere ponérselo más fácil aún. Así, la futura ley permite a estas entidades hacerse con una empresa cotizada para excluirla de bolsa, y a una buena parte de ellas les exime del control del ministerio de Economía. Sólo responderán ante la CNMV, sobre cuya eficacia reguladora se ciernen serias dudas. 

Si hemos de hacer caso a los portavoces de Economía, simplemente se suprimen las barreras a los CVC, BC Partsners. Permira, APAX, Providence, Carlyle, etc. para que fagociten todo el tejido industrial español. Alguien debe de haber enloquecido en la Vicepresidencia económica.