La solución al exceso de riesgos es una relación satisfactoria entre promotores y financiadores

Al Gobierno no le gustan las quiebras de empresas. Tampoco los concursos de creedores. Así lo ha señalado este viernes el vicepresidente Solbes en relación a la suspensión de pagos de Habitat. Habríamos preferido que no se produjera. Pero más allá del lamento, el vice señala una filosofía de enfoque. En su opinión, ante unos financiadores que han asumido un exceso de riesgos financiando obras devaluadas, la solución -nuestro deseo- pasa porque financiadores y empresarios hagan un esfuerzo y mantengan el máximo del tejido empresarial. Pero se trata de eso, un deseo. El mismo que manifiesta Zapatero en relación a Sacyr. ¿O es algo más que un deseo?