El pasado martes 13, una periodista le preguntó al secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Angel Fernández Ordóñez (MAFO) que cuándo se iban a presentar las reformas fiscales, habida cuenta de que el compromiso era hacerlo durante el 2005. MAFO respondió que no sabía la fecha exacta, pero que en todo caso sería antes de las uvas.

Se equivocó. Al menos así lo ha dicho su jefe, Pedro Solbes, en la mañana de este jueves. El vicepresidente ha anunciado que dará a conocer los detalles de la reforma fiscal en la primeras fechas del 2006. El resto seguirá igual: aprobación a lo largo del 2006 y aplicación en el 2007.

Más. MAFO señaló también el martes que en la reforma del impuesto sobre sociedades habría un recorte del tipo paralelo a una reforma de las deducciones. Su obsesión es que la reforma simplifique el impuesto y llegue a los empresarios que no tienen por qué leer el BOE. No obstante, aclaró que no saldría lo comido por lo servido. Y nueva corrección de Solbes: Se hará una rebaja del tipo más que una rebaja del impuesto.

Eso, ¿qué significa? Que quedará lo comido por o servido. Solbes anuncia que se analizarán las deducciones para estudiar si existen inercias injustificables hoy en día y novedades que sea necesario introducir. ¿Cómo? le pregunta la ex ministra Isabel Tocino. Estudiando, responde evasivamente el vicepresidente.

En resumen: estudiarán las deducciones, recortarán algunas y con ese margen, rebajarán el tipo para que el resultado sea neutral. El objetivo inicial es recortar cinco puntos el tipo en línea con la práctica de los países de nuestro entorno. Pero el vicepresidente económico no parece especialmente estresado en caso de que no lleguemos a alcanzar esos cinco puntos de recorte. Si no, lo iremos haciendo de manera gradual. O sea, las etapas de Artur Mas. La cosa es hacer camino al andar.