Aunque las deliberaciones del Consejo de Ministros son secretas, Bono se ha permitido contar algunas intimidades. Por ejemplo, ha contado con emoción que le ha dicho a Zapatero que aquel congreso eligió al mejor. No hacía mencionar de qué Congreso se trataba porque en la cabeza de todos está la bronca larvada entre Zapatero y Bono. ZP quedó a sólo 8 votos de Bono en las primarias celebradas en el PSOE. Salió el candidato no previsto y Bono no lo ha digerido bien. Hoy, que no me conviene, les digo que estoy plenamente convencido de que ese Congreso eligió al mejor, apunta Bono. ¿Por qué no le conviene?

Más. Solbes ha contado en tono de coña que Zapatero ha preguntado a Solbes si los ceses y nombramientos tenían trascendencia económica. El cese de Bono, sí, respondió Solbes, siempre según la versión de Bono. Y es que el hasta el martes ministro de Defensa se siente muy orgulloso de haber peleado los dineros para los Ejércitos. En lugar de echar betún en los pechos artificialmente hinchados por el patrioterismo, los socialistas hemos practicado el patriotismo subiendo el sueldo de los militares.