"Tras los debates que hemos mantenido, creo que la UE está preparada para levantar el embargo". De esta manera, se manifestaba el responsable de política comunitaria, el español Javier Solana, el pasado 4 de febrero en el periódico Le Temps. La decisión se tomaría por presiones económico empresariales francesas y alemanas a pesar de que un código de buena conducta de 1998 contemplara los embargos a aquellas zonas con conflictos regionales o represiones domésticas. Ambas economías se encuentran estancadas y afrontan el reto de digerir la ampliación de la UE a 25. Circunstancias que China ha utilizado como presión para levantar el embargo como su máxima prioridad en su relación con la UE. 

Como es sabido, la UE estableció el embargo de armas a China tras la represión de Tiananmen en 1989. Caminaron de la mano de Estados Unidos, que todavía se mantiene firme en su decisión por entender que los abusos a los derechos humanos permanecen todavía. Además, consideran que el levantamiento del embargo podría elevar la tensión militar con Taiwan antes de las próximas elecciones previstas para el 20 de marzo. Conviene recordar que Taiwan está protegida por la marina norteamericana y que un ataque imperialista chino supondría una agresión a los mismos Estados Unidos. Además, para los Estados Unidos, debilitar militarmente a China es equivalente a lograr un equilibrio geopolítico en el continente asiático. 

Pero los franceses han comenzado a observar la realidad de manera diferenciada. Ninguna novedad. El canciller Dominique de Villepin señaló recientemente que "sentía" que el embargo había dejado de tener sentido debido a las crecientes relaciones existentes con China, a la que califica de "socio responsable". Además, la Unión considera que China ha hecho los deberes y que debería modificarse su calificación, tal y como se ha hecho con países como Corea del Norte, Liberia o Sudán. La UE es ya el tercer socio comercial de China y, según las previsiones del país asiático, se espera que la UE se convierta en el mayor inversor en el gigante amarillo dentro de cinco años. Sin embargo, conviene recordar que el presupuesto militar chino crece a ritmos del 17% anual, a pesar de no contar con ningún conflicto armado. Permanezcan atentos a la pantalla.