Bajo estas líneas publicamos una de las muchas opiniones que con distinto tono y modales diversos nos han llegado sobre la noticia España acepta de Venezuela hasta su carnet de conducir, que lo reparten en las ferias.

Sr. Director:

Discrepo de esta opinión aventurada que están haciendo al respecto.

Primer sí existe anarquía a nivel de pasaportes y siempre ha existido, en los cuarenta años que tengo de vida. Después del intento de salida del actual mandatario de estado del gobierno bolivariano, que yo particularmente lo desconozco por ser ilegitimo, este señor empezó su campaña orquestada por Fidel Castro de entregar pasaportes a ciudadanos colombianos (guerrilla, narcotraficantes y personas que han inmigrado a este país con pasaportes venezolanos dados por la revolución) como les queda el ojo.

Segund sí los felicito porque tienen un excelente control del tráfico urbano con unas buenas señalizaciones, buenos semáforos, controles de velocidad, ¿pero? en las ciudades.

Tercer comparemos las estadísticas rojas en las carreteras españolas con las venezolanas los fines de semana para ver cuantos accidentes consiguen. El alto índice de accidentes españoles, que cuando mi madre ve la noticia en Antena 3 Internacional se asusta y le ruega a Dios que no me pase nada.

Cuart la gente en España se prepara para un examen, no para aprender lo que ve en las carreteras. Las señales de tránsito no se las aprenden, ya que hay un índice de niñatos conduciendo en este país que los deberían de agarrar y tenerlos un año pagando servicio para que aprendan a manejar con conciencia.

Por ultimo y no aburrirlos, mi carnet de conducir lo saqué en el año 1982 teniendo 18 años y ya sabía conducir hasta camión. Tengo 23 años de experiencia en el manejo y me considero un profesional del volante, y no me lo regaló Chávez, me lo dio el esfuerzo y la dedicación en los exámenes de conducir. Antes de escribir infórmense, que Chávez lo que tiene son seis años en el poder, y lo que esté haciendo este señor en Venezuela, mi país, es de hace seis años, no veinte.

José Gregorio Contreras Duque

goyirana@mipunto.com