Es la frase más escuchada en banca y en todo tipo de gestores financieros. En efecto, tan peligro es el exceso de liquidez como el defecto. Todo el mundo quiere ser rentista ahora llamados inversores, que suena mucho mejor- pero pocos quieren montar una empresa, aunque sea menuda.

Con unos tipos por los suelos la gente se marchó a la renta variable en cuanto la Bolsa repuntó un poco. Ahora bien, si los tipos continúan subiendo en Europa, mejor, a ambas orillas del Atlántico, entonces está claro que la Bolsa va a sufrir en los próximos meses.

Los bancos están preocupados, porque se ven obligados a mantener un equilibrio entre las lógicas garantías de pago exigibles a cualquier prestatario y la necesidad de emplear el dinero que administran. Porque, además, lo que se reduce, pero muy poco, y tras una década de fuertes subidas, es la petición de créditos hipotecarios. Al final, todo pasa por la construcción.

En cualquier caso, lo que está ocurriendo en la economía financiera es decir, para nuestra desgracia, en toda la economía- es sencillamente eso. Y no es problema leve.