El golpe de mano de Eugenio Galdón, presidente de ONO, consiguiendo el apoyo de fondos de inversión y ganándose la voluntad de Emilio Botín, fue espectacular. Se ha pasado de una AUNA Cable que quería comprar ONO a un ONO que quiere comprar AUNA Cable. Por decirlo así, un juego de suma cero, dado que el máximo accionista, tanto de AUNA como de ONO, es Emilio Botín (aunque más del primero que del segundo).

Ahora bien, no hay que olvidar que el mexicano Carlos Slim, el hombre que, según Forbes, posee una fortuna calculada en 23.800 millones de dólares, el íntimo de Felipe González, el hispano más rico del mundo, el que le hace la vida imposible a Telefónica en México, el amigo del PSOE, quiere comprar AUNA para competir con Telefónica en su propio terreno. Eso sí, quiere comprarla toda entera, porque en el sector está cada día más claro que hay que tener fijo y móvil para hacer ofertas integradas de telefonía.

Ahora bien, Galdón insiste en que si se fusionan AUNA Cable y ONO (no tiene dinero para comprar los móviles de Amena), se crearía la verdadera competencia a Telefónica en banda ancha, la clave de la sociedad de la información. Y si cuela, cuela. Al fondo, Telmex estaría dispuesto a hacerse con Amena. Botín, por su parte, estaría feliz con el troceo : se gana más vendiendo por partes.

Vamos con las cifras. El consenso de los bancos de inversión sobre el valor de AUNA es el siguiente: el coste de sus acciones estaría entre los 7.000 y los 8.000 millones de euros (a lo que hay que añadir una deuda global de 4.500 millones, dado que Botín vendería sin deuda). Por su parte, esas mismas fuentes valoran Amena (cerca de 10 millones de clientes celulares en España) en 6.500 millones de dólares, aunque se le podría imputar deuda de 2.500 millones.

En definitiva, este es el juego. Botín prefiere vender por trozos. Eugenio Galdón está dispuesto a replantear una fusión que hace un mes no le gustaba... siempre y cuando mande él en la resultante. Slim, con el apoyo de González, intenta entrar en Europa por AUNA, y si no puede por Amena. Botín simplemente espera la subasta, y lo más gracioso de todo es que desde el Santander salen rumores que señalan a Endesa como la principal instigadora de la venta anticipada de AUNA: una cortina de humo para evitar que el Gobierno acuse a Botín de dilapidar una licencia de telefonía otorgada por el Estado y que puede resultar clave en el desarrollo de la sociedad de la información.

En el entretanto, Telefónica anuncia que doblará la velocidad de su oferta ADSL, y por el mismo precio. La verdad es que no le queda otro remedio : los ingresos por voz en telefonía fija no tienden a disminuir: tienden a ser igual a cero, gracias, precisamente, a la explosión de la telefonía IP por banda ancha.

Y, por cierto, cuando Galdón habla de hacerle la competencia a Telefónica, hay que recordarle que entre ONO y AUNA Cable no alcanza los dos millones de abonados. Telefónica, a través del ADSL sobre par de cobre, tiene ya 2,6 millones de clientes en España y se aproxima a los 4 millones en todo el mundo.