Toda Europa se halla inmersa en una sociedad dominada por el relativismo que llega a negar la participación de los creyentes en las instituciones democráticas, acabamos de verlo en la manifestación en Inglaterra recientemente.
En este sentido, el discurso de Benedicto XVI en Canterbury, ha sido abierto al respeto a todos y a la transcendencia en torno a la verdad de Jesús. Éste retorno es el principal reto que hoy debe interpelar a los cristianos europeos en una sociedad multicultural que tiende a ocultar, precisamente, el nombre de Jesucristo.
Sin duda, las ansias de trascendencia y las preguntas por el sentido de la vida siguen golpeando el corazón de los hombres, aunque algunos no lo quieran reconocer. Y los cristianos, recordaba el Papa en Canterbury, no podemos dejar de mostrar el rostro amoroso de Cristo a los hombres de nuestro tiempo. Anunciar a Cristo y, por lo tanto, profundizar conjuntamente en su verdad, ayudará a fortalecer el diálogo ecuménico. Ese es el camino de fe que el cardenal Newman recorrió y en torno al que católicos y anglicanos pueden seguir coincidiendo.
Buscar la verdad, ser fiel a ella cuando la descubrimos conscientemente, amar profundamente a los hermanos y colaborar en el servicio al bien de la familia humana, es el camino para el encuentro definitivo.
Jesús Domingo Martínez
