La patronal acepta subidas salariales del 1-2% para el 2010 a cambio de una flexibilización en la negociación colectiva Es lo que tiene la retroactividad. En caso de no llegarse a un acuerdo en la negociación colectiva se aplicaría el del año pasado. Por eso aunque los sindicatos critican y censuran, no deja de ser una pose. Están tranquilos: saben que en caso de no alcanzar acuerdos se aplicará el del año pasado, mucho más interesante.
Así que a la fuerza, ahorcan. La patronal acepta subidas salariales del 1-2% para el 2010 a pesar de estar muy por encima de la inflación prevista. Patronal y sindicatos saben que eso se traducirá en pérdida de empleo: 668.000 según las previsiones del BBVA. Pero los sindicatos defienden a los trabajadores, no a los parados.
A cambio, y para dar apariencia de negociación, la patronal exige que haya una cierta flexibilización de la negociación colectiva. Las reformas laborales quedan aparcadas. Todo sea por la paz social. La de los cementerios. Porque todos saben las consecuencias del inmovilismo. El propio Campa ya está sugiriendo la necesidad de introducir mejoras: vincular el salario a la productividad del sector y de la empresa y desregular el sistema de negociación colectiva. No parece que avancemos en ese camino. Todo sea por la paz social y la foto del reencuentro. Pero las consecuencias las pagarán los trabajadores, no los empresarios.