Sr. Director:
En ocasiones se producen luchas encarnizadas entre el sentido común y las actitudes de ciertos políticos, que muestran su carencia absoluta de escrúpulos al vulnerar cualquier atisbo ético, por conseguir sus perversos objetivos.A propósito de la nueva ley sobre el aborto, yo me pregunto: ¿Puede haber una mente humana capaz de cobijar la idea de que matar a un niño es honesto ¿Es posible que algunos socialistas consideren un derecho que las madres puedan triturar al hijo que llevan es sus entrañas ¿Existe algo tan retrógrado como acabar con la vida de algunos seres humanos solamente porque nos estorban

No cabe en una mente sana la idea de otorgar facultades soberanas a la madre sobre su cuerpo, cuando hay otra persona dentro de ella, ni que el derecho a elegir prime sobre lo elegido. Matar nunca puede ser un derecho. Por mucho que me molesten ciertos políticos, nunca tendré el derecho a asesinarlos.

Nuestro frustrado Rubalcaba, desde su posición radicalmente extrema en la izquierda, divisa a las posiciones políticas más centradas como de extrema derecha; la enorme distancia que le separa no le permite distinguir con claridad y acierto esas posturas moderadas. Pero trasladándonos a la realidad, no es cuestión ideológica ni religiosa la consideración de estos hechos, que son puramente de sentido común, de orden natural y valores éticos. La vida es el primero de los Derechos Humanos y si éste falla, todos los demás se van al traste.

Pablo D. Escolar