Silvia pretende ser un acercamiento a las figuras de dos poetas contemporáneos del mundo anglosajón: la americana Silvia Plath y el británico Ted Hughes. Ambos formaron uno de los matrimonios literarios más famosos, y turbulentos, de los años 60 del pasado siglo XX.

    Silvia, como se narra en la película, tenía graves problemas emocionales desde su infancia. Hughes no era, ni mucho menos, un ser paciente y fiel, capaz de afrontar dificultades. Y es que genialidad y bondad, desgraciadamente, no tienen por qué ir unidas.

    En este contexto, la película de Christine Jeffs, sin llegar a emocionar demasiado, resulta correcta desde el momento en que aporta una pincelada sobre la desgraciada vida y muerte de Silvia Plath, interpretada por una sentida Gwyneth Paltrow, inconsolable en el rodaje de la película tras la reciente muerte de su padre.

     Silvia está basada en un libro autobiográfico de Hughes que no se publicó hasta su muerte, acaecida en 1998. Se echan en falta más versos de ambos poetas, pero los hijos de ambos se negaron a conceder los permisos pertinentes.

     Por cierto, que Hughes, con todas sus debilidades, fue capaz de escribir un magistral cuento para consolar a sus vástagos de la pérdida de su madre. Su traslación al cine se tituló "El gigante de hierro", llevada a cabo por los estudios Warner Bross, y que constituye una de las mejores películas de animación de la historia.