Siete años de crisis. Ciertamente la espoleta fueron las 'subprime' norteamericanas. ¿Y qué eran las 'subprime' Eran la titulización de hipotecas basura. Hasta entonces, la banca cumplía con su función, espléndida, propia de un servicio al bien común, de otorgar créditos para que los no ricos pudieran comprar su casa, casa en propiedad para residir junto a su familia. Como siempre ocurre en los mercados financieros, lo que empezó siendo nuevo se pervirtió.

 

La titulización no es más que la codicia urgente. El banquero daba hipotecas, basura o no -que eso es secundario aunque parezca principal-, pero no se conformaba con cobrar la cuota del crédito a lo largo de 15 años. No, agrupaba todas las hipotecas en paquetes (paquetización) y los ponía la venta como títulos negociables (titulización) para que entraran en la rueda especulativa de los mercados. Toda esa burbuja de miles de miles de millones dependía de una sola cosa: de que nadie se preocupara de analizar lo que compraba y vendía y, en plata, todo dependía de que el negro de Alabama suscriptor de la póliza de crédito, referencia mínima de una burbuja enorme, pagara sus cuotas. En cuanto dejara de pagarlas, no sólo perdía su casa: se venía abajo toda la economía occidental. El mal no estaba en las hipotecas basura sino en la titulización, es decir, en la especulación financiera. Y todo estalló en agosto de 2007.  

No hemos salido de la crisis salvo que por salir de la crisis entendamos ser más pobres y conformarnos con menos. Entonces sí, la crisis ha sido superada

La Tasa Tobin, paralizada ahora en Bruselas, puede ser una solución contra la especulación. No es la mejor, pero si una forma de mitigar la especulación financiera, el tumor de esta crisis. Digo la menos mala porque James Tobin (en la imagen) no quería que se recaudara más -todo impuesto es malo para la propiedad privada pequeña, que es la mejor- sino como instrumento para reducir la especulación. El especulador teme más que le metan la mano en la cartera que le metan en la cárcel; ahora bien, el cáncer de la especulación financiera es global y por tanto, el arma para luchar contra ella también debe ser global. Y el mundo anglosajón, sobre todo Estados Unidos, Reino Unido, China -más feroz que USA- y otras potencias mundiales vive de la especulación financiera y por ello se niegan a aplicar la Tasa Tobin. Si se aplica sólo en Europa, lo que harían los especuladores que controlan el ahorro mundial sería emigrar hacia el mundo anglosajón. Eso es lo que pretende, por ejemplo, el señor Cameron para salvar la mayor empresa británica: la especulativa City londinense.

Y así llegamos a la pregunta que me hacen en Andalucía, Asturias, Navarra, Cataluña, que por todos estos lugares he andado este verano y que es siempre la misma: ¿Cuándo acabará la crisis La crisis de 2007 ni ha acabado ni va a acabar, porque es crisis permanente y porque no hemos aprendido nada del cáncer de los mercados financieros, verdadero parásito de la economía.

No hemos salido de la crisis salvo que por salir de la crisis entendamos ser más pobres y conformarnos con menos. Entonces sí, la crisis ha sido superada. Pero la especulación continúa viva, rampante, y nos exigirá nuevos recortes. De la crisis permanente al recorte permanente.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com