El nuevo Ceo de Siemens, Peter Löscher, está empeñado en crear una nueva Siemens y ha barrido a todos los miembros del equipo directivo anterior, todos ellos sospechosos de soborno, la marca de la casa. Para ello, Löscher, de acuerdo con la SEC norteamericana, ha contratado a los investigadores de la firma Debevoise. El Gobierno Zapatero no ha movido un dedo para defender a Montes, pues lo considera próximo al PP. En España, Siemens ha decretado el cierre de la planta  en Zaragoza

El nuevo Ceo de la mayor multinacional de bienes de equipo de Europa, la alemana Siemens, está empeñado en hacer borrón y cuenta nueva de la Siemens anterior, tristemente conocida como la multinacional que más sobornaba en el mundo para obtener contratos. Tal y como había anunciado Hispanidad, ha comenzado barriendo al equipo anterior, implicados o no, en casos de sobornos. Le ha tocado el turno a Eduardo Montes (Siemens deja sin competencias a Eduardo Montes) no porque Montes sea culpable sino porque parece claro que Montes y Löscher nunca se han entendido: El CEO de Siemens, Peter Löscher vigila a Eduardo Montes.  

Montes ha dirigido durante un año la división de Telecomunicaciones (hasta hace un mes una de las tres grandes direcciones generales del Grupo) que originalmente se fusionó con Nokia y pasó a estar controlada por los finlandeses. Ahora, abandona el máximo órgano de dirección de la multinacional, el Vorstand, y está por ver que siga como presidente no ejecutivo de Siemens España.

Ahora bien, Eduardo Montes, era hombre ligado a José María Aznar, y al que, por tanto, el actual Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero no ha movido un dedo por ayudar, a pesar de ser el ejecutivo español con más alto cargo en una multinacional. Como presidente de Siemens España, empresa liderada por Francisco Belil, cuyas relaciones con Montes han sido malas desde un principio, no parece quedarle mucho tiempo.

Y los problemas no terminan ahí. Los sabuesos se acercan también a Siemens España, filial cuyo equipo directivo, anterior a Eduardo Montes, fuera condenado por el caso AVE, cuando la presidía Francos Francés. De hecho Siemens cubrió una página de la financiación espuria del PSOE en tiempos de Felipe González. Cuando comenzó la era Eduardo Montes, próximo a Aznar, se dio por finiquitado el proceso de corrupción, pero el barrido de Löscher llega a todas partes.

Para ser exactos, se encuentra en nuestro país un equipo de investigadores de Debevoise y el pánico ha cundido en la filial española. Se trata de una de las firmas de abogados-investigadores más conocidas del mundo. Fue elegida, de mutuo acuerdo, por el propio Löscher y por el regulador norteamericanos de mercado, la SEC, donde cotiza Siemens. Como se sabe, Estados Unidos es uno de los países más cuidadosos del mundo en investigar sobornos, de tal cosa que no persigue sólo al sobornado -por lo general, los gobiernos de los países donde Siemens obtiene contratos-, sino también al sobornador, es decir, a las empresas, sean o no norteamericanas.

Eso sí, Siemens, que tiene en España un mercado ingente, ha decidido cerrar su fábrica de componentes de telecomunicaciones Elasa (Zaragoza) sin mayores contemplaciones: Al parecer, lo español no está de moda en Alemania, aunque eso sí, Siemens sea la multinacional de bienes de equipo mejor tratada en la sanidad española, en los trenes AVE o en las redes de telecomunicaciones.  
De hecho, todo el mundo de las multinacionales mira ahora hacia el proceso de limpieza de Löscher. Pero, de entrada, España es la perjudicada, con o sin sobornos.