Sr. Director:
Lástima que la ley de Educación (LOMCE), que tiene aspectos positivos, sea contradictoria en el punto de la asignatura de religión en la escuela.

Los Acuerdos obligan a que la asignatura sea de oferta obligatoria en todas las etapas educativas y de elección voluntaria por parte de los alumnos. Y esto, que se recoge en la disposición adicional segunda, luego no queda garantizado en el cuerpo de la ley.

Estaría bien que la Comisión Mixta, cauce adecuado para tratar este asunto, se hubiera reunido en este tiempo; en cualquier caso, ya que no se ha hecho hasta ahora, que se reúna en el futuro para atravesar esa puerta que ha dejado abierta el ministro Wert.

Si hay voluntad, tiempo queda.

Jesús Martínez Madrid