Shutter Island nos embarca  en un brillante thriller psicológico, ambientado en la Guerra Fría, momento en el que se debatían los métodos empleados para tratar las enfermedades mentales.

En el verano de 1954, los agentes federales Teddy Daniels y su colega Chuck Aule  son  enviados a una remota isla (en la bahía de Boston) donde se encuentra el hospital psiquiátrico Ashecliffe, un centro penitenciario donde se hayan internados reclusos peligrosos. La misión de los dos agentes es investigar la desaparición de una violenta asesina. Cuando Daniels empieza su trabajo se siente muy influido por la atmósfera asfixiante y tétrica que se respira en el recinto

Al director Martin Scorsese siempre le han  cautivado los personajes atormentados que viven al límite (recuerden títulos de su filmografía como Taxi Driver o El cabo del miedo), por ello se sintió fascinado cuando leyó el guión basado en la novela homónima de Dennis Lehane que une elementos de cine negro con otros más propios de los  relatos góticos. Por si todo ello fuera poco, en  el desarrollo de Shutter island se cuestionan los polémicos  métodos experimentales utilizados por la psiquiatra desde principios y hasta mediados del pasado siglo XX (como ocurría en la dramática Frances). Todo ello conduce a un relato en el que el suspense está presente en cada fotograma, donde pesadillas nocturnas  y terrores diurnos se dan la mano mientras nos percatamos del delicado equilibrio que posee la psique humana. Aliñado como sólo sabe hacerlo un profesional veterano que conoce su oficio.

Siguiendo la tónica de  las últimas películas que componen  su filmografía, Scorsese ha contado en este largometraje con su actor fetiche del momento: el treinteañero  Leonardo Di Caprio, sobre el que ha dejado reposar casi todo el peso de la trama. El intérprete californiano despliega de forma correcta todos sus recursos en un personaje que lo requiere.

Porque, Shutter Island provoca la reflexión desde el momento en que deja patente la fragilidad del ser humano.

Para: Los que quieran contemplar un buen thriller y para los que sean admiradores de Di Caprio