Las sesiones de control al Gobierno son bellas e instructivas, quizás más instructivas que bellas. La de la mañana del miércoles es un digno ejemplo de esta maravilla. Soraya Rodríguez (en la imagen junto a la vicepresidenta), portavoz socialista, se rasga las vestiduras ante la vergüenza de la reducción del importe de las becas Erasmus (orgasmus).

A la demagoga Soraya le responde su pedante tocaya, la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Y ambas se enredan en un "Y tú más", cuando lo cierto es que las Erasmus no dependen ni de la aportación de dinero público español (poco) ni del dinero público europeo (menos). Dependen del dinero que ponen los padres de los niños.

Pero lo mejor llega cuando la demagoga Rodríguez le espeta a la pedante Sáenz que es vergonzoso que para cursar estudios en el extranjero se exija a los estudiantes un dominio aceptable del idioma extranjero en el que van a cursar sus estudios. ¡Qué vergüenza! Sin duda, un atentado contra la igualdad de oportunidades. Total, porque no sepan inglés se les niega una ayuda para estudiar en inglés.

¿Y saben qué es lo peor Que nadie se asombra. Al parecer, últimamente un derecho no es más que aquello que se paga con dinero público y que, naturalmente, no conlleva deber alguno.

Eulogio López

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