Sr. Director:

Me llaman Cuca, un apelativo cariñoso que me puso mi madre, por ser la más pequeña de cuatro hermanos. Vivo en Tarragona, y para muchas personas es delito considerarse español, católico y hetero. Nos estamos convirtiendo en una mayoría que cada vez más nos tenemos que esconder. No es moderno decir que crees en Dios, que te sientes orgullosa de tu patria y en mi caso al ser mujer que me gustan los hombres. Tenemos que convertirnos en seres como Boris el de Crónicas Marcianas o esperpentos parecidos, los cuales con sus ideas presuntamente de izquierda y liberales, no nos respetan ya que somos unos fachas los cuales debemos desaparecer.

Sólo quiero recordar que con mis treinta y cinco años no me considero un trasto antiguo, sino como ser humano libre tengo derecho a tener mis ideas y no dejarme llevar por modas que como todas desaparecen con el tiempo.

Teresa E. Tolós