Sr. Director:
La Justicia ha acertado con su sentencia sobre la enseñanza en Cataluña.

En el caso concreto del colegio de mis hijos en Barcelona se imparten sólo 2 horas en español mientras se dan 28 horas en catalán, es decir, 14 veces más en un idioma que en otro. Es evidente la desproporción y el arrinconamiento del español. Lo único que ha hecho el Tribunal Supremo es poner un mínimo sentido común y establecer que las dos lenguas sean enseñadas en una situación de "equilibrio" con un número similar de horas y asignaturas. Los nacionalistas catalanes, en vez de montar tanta escandalera injustificada, lo que deberían hacer es respetar el Estado de derecho y cumplir una sentencia absolutamente lógica y sensata.
José Aparicio