• El presidente de la Generalitat, aquejado de un delirio de grandeza, afirma que el proceso continúa y se pueden superar los "obstáculos" legalmente.
  • 'La Vanguardia' y 'El Periódico' no hablar de "ilegalidad" y coinciden en que "Cataluña pierde soberanía"
  • El Gobierno vasco le apoya y dice que la sentencia del TC "no zanja" nada.
  • Pero el TC les responde por boca de Enrique López: ya hay una posición clara y unánime para que la tengan en cuenta futuras intenciones independentistas.  
El 'tema catalán' vive momentos de especial trascendencia. Como se sabe, el Pleno del Tribunal Constitucional anuló ayer por unanimidad la declaración aprobada en el Parlamento catalán en enero de 2013 que definía a Cataluña como "sujeto jurídico y político soberano", aunque reconoce el derecho a decidir si se lleva a cabo en el marco de la legalidad constitucional. En la sentencia, el tribunal ha estimado parcialmente el recurso del Gobierno, de manera que declara "inconstitucional y nulo" el principio primero de la declaración, según el cual "el pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano".

Esta información, como no podía ser de otra forma, ha sido interpretada de distinta manera por la prensa madrileña y catalana. El País titula: "El Constitucional considera ilegal que Cataluña se declare soberana". Igualmente, según El Mundo, "la consulta es inconstitucional". ABC, por su parte, subraya: "El TC da el primer aviso a Mas y tumba su desafío secesionista". Mientras que La Razón y El Economista coinciden en las mismas palabras al destacar que "el TC tumba por unanimidad la declaración soberanista".

En la prensa catalana, sin embargo, La Vanguardia destaca que "el TC niega la soberanía" a Cataluña aunque "el Alto tribunal admite que se puede convocar una consulta si se ajusta a la legalidad". El Periódico coincide en que "el Constitucional niega la soberanía catalana" y añade que "el fallo condiciona el 'derecho a decidir' al impulso de una reforma de la Carta Magna". Es decir, se aferran al único resquicio que les deja el TC: hacerlo legalmente, o sea, reformando la Constitución.

Todo ello no ha sido óbice para que nacionalistas catalanes y vascos esta mañana hayan seguido erre que erre con la matraca independentista. El principal implicado y causante de todo este lío, Artur Mas, aquejado de un síndrome de delirio de grandeza que le lleva a querer pasar a la historia como sea, ha asegurado que el proceso de la consulta continúa, ve posible superar legalmente todos los "obstáculos" si hay voluntad política y dice que sigue habiendo margen para que las demandas catalanas vayan adelante, por lo que ha instado al Congreso a aprobar el 8 de abril la propuesta del Parlamento catalán de delegar la competencia para convocar y organizar consultas.

Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha afirmado que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la declaración soberanista de Cataluña "no zanja" nada y el Gobierno de Rajoy "sigue teniendo el problema catalán". Además, cree que la resolución del TC "no marca una pauta" para Euskadi, donde "es imprescindible" que los partidos vascos acuerden su futuro autogobierno en el seno del Parlamento vasco.

A ambos dos les ha respondido esta mañana -aunque sea indirectamente- uno de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC), Enrique López, quien ha subrayado que a partir de ahora hay una posición "clara, expresa, contundente" y unánime del alto tribunal sobre las pretensiones soberanistas que incumplan la legalidad. Así, ha explicado que cualquier acto que pueda no seguir esas reglas del juego tiene "consecuencias" conforme al ordenamiento jurídico. Para ello, está convencido de que, si llega el caso, quienes están legitimados para presentar recursos lo harán y el TC, o los órganos del Poder Judicial, decidirán.

López ha añadido que el primer efecto de la resolución contra la declaración soberanía aprobada por el Parlamento catalán "es la nulidad". "Es nulo, nunca ha existido en lo que se refiere a conceptuar el pueblo catalán como sujeto político y soberano", ha dicho.

Pero a Mas le da igual y se ha echado al monte -donde ya estaba, por cierto-, aunque acabará estrellándose con la realidad.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com