A través de la historia de dos mujeres: Beba, una señora de clase alta argentina en decadencia, y Dora, su empleada doméstica, Jorge Gaggero retrata la actual crisis económica que atraviesa Argentina y su repercusión en todos los estratos sociales. El vínculo empleado-empleador comienza a desvanecerse, y otro tipo de relación comienza.

 

Se trata de una historia sencilla, narrada con pocos elementos, que explora la relación entre dos mujeres provenientes de culturas diferentes pero unidas por la experiencia de tener que convivir tres décadas bajo el mismo techo.

 

La película resulta interesante y está magníficamente interpretada por la popular Norma Aleandro y la desconocida Norma Argentina. Esta última se estrena en la gran pantalla tras haber sido elegida en un casting de 1000 mujeres (algunas de ellas actrices profesionales). El mayor bagaje profesional de Norma Argentina es haber trabajado, como la protagonista de la historia, 20 años en el servicio doméstico.

 

Lo único que chirría, y sobra, de esta historia de amistad y, sobre todo, de caridad es el desagradable comentario que realizan las amigas de Beba sobre la sirvienta cuando afirman que la señora le ayudó a abortar cuando la mucama se quedó embarazada del portero.