Sr. Director:
La libertad religiosa es un bien que debe ser primariamente protegido; pero la primera protección que debe tener es la de entender y respetar su naturaleza y sus formas de expresión.

No se debe aprobar una ley de libertad religiosa con semáforo en rojo. Pero el Gobierno, amparándose en un cambio social que está teledirigido por sus terminales culturales y mediáticas, se niega a reconocer que la naturaleza del hecho religioso es pública, y prepara una ley que pretende, poner un semáforo rojo, reducir al máximo la presencia pública de la fe mayoritaria de los españoles, y de los valores que históricamente han fundamentado nuestra convivencia.

Y es que han anunciado algunos presupuestos de la reforma legislativa que, si se toman al pie de la letra, son inaceptables. Parten de un supuesto laicismo de Estado que es ajeno a la Constitución Española. Estamos oyendo los primeros aldabonazos de hacia donde irá el próximo congreso del PSOE y que pretenden algunas bases muy poderosas. Estemos preparados, pienso que la batalla será larga.

José Morales Martín

jomomartin@gmail.com