El presidente de la CEOE, Juan Rosell (en la imagen), considera que la subida de salarios -del conjunto de salarios- para 2015 debería fijarse en el 0,6%. No digo que en una situación de deflación como la actual no sea una subida aceptable, probablemente sí, habrá que verlo empresa a empresa.

Ahora bien, el error continúa siendo el mismo, tanto por parte de las patronales como de los sindicatos. Una subida, aunque sea una mera referencia, lineal, no soluciona los problemas de España.

El problema de nuestro país en materia de salarios son dos: los salarios bajos son muy bajos, comparados con los salarios medios (que tampoco son para tirar cohetes pero dejemos eso).

Por tanto, lo que hay que subir es el salario mínimo, que ahora los sindicatos reclaman pase de los actuales 645 euros brutos mensuales (por 14 pagas) a los 800 euros. Es lo lógico e incluso se queda corto.

Ahora bien, es cierto que con la crisis y el bajón del consumo interno, resulta que la empresa tiene que cuidar sus costes laborales. Por eso, el papel del Gobierno es fundamental: o reduce los impuestos laborales -sobre todo las cuotas- o los salarios bajos seguirán bajísimos, mientras el salario medio caerá.

Sí, ya sé que una sociedad tan envejecida como la española, con un déficit de la Seguridad Social que roza los 20.000 millones de euros, no puede poner el pago de pensiones en el disparadero. Por eso, aunque sea una poco deseable medida, es necesario sustituir cuotas por IVA. Es el único remedio para pagar salarios dignos.

Eulogio López

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