Los nacionalistas de CiU, coalición en la que se integran los democristianos de Durán Lleida, han consumado el paripé en el capítulo de Derechos del borrador del Estatut, aprobado en la tarde el lunes por todos los grupos parlamentarios a excepción del PP. Socialistas, comunistas, verdes y republicanos hacen hincapié en que se han dicho muchas mentiras, y que el texto no regula ni el aborto libre ni lea poligamia, ni el matrimonio gay ni la eutanasia. Lo cual es cierto, entre otras cosas porque el capítulo de derechos y libertades es patrimonio del Parlamento central, no de una autonomía.

Además, es cierto que no los regula, pero en el terreno de los principios abre el paso a todos ellos. Así, en materia de eutanasia el articulado queda como sigue: Todas las personas tienen derecho a vivir con dignidad el proceso de su muerte. Lo único que ha hecho CiU es añadir que también tienen derecho a recibir un adecuado tratamiento de dolor y cuidados paliativos.

En materia de aborto, donde se hablaba de salud reproductiva, como eufemismo para referirse al aborto libre, ERC ha admitido que se mantenga el aborto con arreglo a los supuestos previstos en la ley. Lo cierto es que la ley española posibilita el aborto libre y en cualquier momento, si peligra la salud psíquica de la madre, coladero por donde se ejecutan el 95% de los abortos en España.

Por último, también el matrimonio gay entra en la rueda desde el momento en que se habla de la protección a las distintas modalidades de familia, pidiendo que se reconozca las características de la parejas homosexuales. Por otra parte, no era necesario, dado que la reforma del Código Civil de zapatero permite a los homos contraer matrimonio en cualquier comunidad española y, además, adoptar niños.

Por tanto, con un mejor maquillaje, siempre inane, los democristianos de Durán i Lleida han encontrado su camino para aprobar el capítulo del Estatut catalán más atentatorio contra la vida y la familia. Durán i Lleida evitó acudir a la reunión. El paripé se ha consumado.