Pedro Zerolo, nuestro héroe, se nos casa, pero no le casa Gallardón. El alcalde de Madrid nos está fallando mucho últimamente. Tiene el bastón de mando decaído, un poco flácido. Necesita viagra progresista. Nunca, insisto, nunca, debió permitir el alcalde de Madrid, la joya del Partido Popular dejarse arrebatar el bodorrio más sonado del añ el de Pedro Zerolo, el luchador por los derechos gays, concejal del PSOE, con su novio, Jesús Santos, en el Ayuntamiento de Madrid. Esa boda era tuya, Albertiño. Ahí sí que podrías haber impartido una bendición laica, en una ceremonia, para dos laicos que a buen seguro van a marcar un hito en la Brown revolution

Por contra, ¿qué tenemos? A la Trini, doña Trinidad Jiménez, oficiando de sacerdotisa, lo cual puede ser un verdadero puntazo electoral. Con lo alegre que es la Trini y esa pinta tan resaladísima de la doña, una mujer sin prejuicios, abierta, avanzada ¡Qué digo sacerdotisa: obispa!

Zerolo ha confesado que él y su medio limón quieren una ceremonia sencilla, a la que sólo ha invitado a los familiares y amigos más cercanos. Es más, para mí que en la Plaza Mayor de Madrid va a haber más cámaras de televisión que invitados. Y todos esperamos que acuda Zapatero, naturalmente. Pero el oficiante, se lo digo yo, tenía que ser Gallardón.

Es más, observen la austeridad de Zerolo, que no se marchará de viaje porque, desde hace muchos años para nosotros todas las noches son de boda y todas las lunas, lunas de miel. Y en verdad que el color de la miel le hace acreedor a formar parte de la Brown revolution. A fin de cuentas, su tonalidad es marrón.

Postdata: Por favor, no se pierdan las declaraciones a la Cadena COPE de una mujer , durante la pasada manifestación del Foro de la Familia. Un sonido vale más aquí que 1.000 artículos. No sé yo por qué razón le censura el locutor.

Eulogio López