Santiago de Torres es el delegado de la Generalitat en Madrid. Como embajador plenipotenciario en la capital no agota su tiempo, también se dedica a la innovación empresarial. Ahora que Terra ha sido liquidada y convertida en el gran fracaso de Telefónica, hay que recordar que buena parte del desastre de Terra comenzó en época de Juan Vilallonga, cuando la compañía compraba cualquier tontuna a alto precio, por ejemplo, una de las tonterías más insignes adquiridos en tiempos de Vilallonga, con Juan Perea como director general de Terra, fue Ifigenia, una empresa consultora de páginas web, un negocio que ha terminado donde todos sabemos. Se pagó por ella 12 millones de euros (en aquel entonces, 2.000 millones de pesetas). Pero bien, D. Santiago se llevó su parte, como accionista minoritario (5%). Era la época en que Vilallonga trataba de contentar a la Generalitat de Jordi Pujol a cualquier precio.