Los resultados, correspondientes al primer trimestre, del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, el BBVA, es decir, el segundo grupo bancario español, han sido sencillamente malos.

 

La morosidad se ha disparado y en Estados Unidos la filial Compass representa un verdadero cáncer para todo el entramado. Además,  Francisco González pretende disfrazar su mora inmobiliaria metiéndose a promotor. Curioso: los banqueros modernos se alejan de la industria pero se meten a constructores de pisos. Está claro que a la fuerza ahorcan. La rentabilidad del BBVA se ha despeñado y ahora FG, un verdadero killer, ya piensa en despedir a Ángel Cano, el consejero delegado al que nombró hace poco más de medio año, tras despedir fulminantemente al mejor profesional de banca doméstica que tenía España: José Ignacio Goirigolzarri. Alguien dijo que FG (un hombre que lleva más de 10 años presidiendo un gran banco, entonces el primero de España, ahora el segundo, con una capitalización que no alcanza ni la mitad del Santander) se morirá siendo un broker, un especulador bursátil, y sin haber aprendido nada de banca. Pero, eso sí, de poder, lo que se dice de poder, entendido a la manera orwelliana, es decir, la capacidad de hacer daño al prójimo, FG sabe un montón. Por eso Goirigolzarri está jubilado a los 53 años y él sigue mandando y cobrando cuando ya ha cumplido los 65.

El Popular, que también presentó sus resultados el miércoles, también cometió pecado inmobiliario, no por financiar la compra de viviendas por particulares, que eso siempre resultará un buen negocio, socialmente loable, sino por otorgar créditos a promotores aventureros sin otra garantía que las propias acciones de sus inmobiliarias. Pero lo del BBVA es peor, sobre todo porque mientras Ángel Ron intenta enmendar el yerro, FG ha emprendido una huída hacia adelante.

El jueves han presentado resultados Sabadell y Santander. Los resultados del banco catalán no son buenos, pero Josep Oliú se ha vuelto aún más conservador que el Popular y prefiere no presumir de resultados y sí provisionar. El Santander, primer grupo bancario de España, que también se ha retratado a primeras horas del jueves 29, continúa sorteando la crisis. Emilio Botín siempre juega con el mismo elemento: su diversidad geográfica y temática. El Santander es tan grande que cuando le marcha mal la banca al por menor le funciona bien la corporativa y al revés. En cualquier caso, también se esperan malos resultados del Santander aunque no tan malos como los del BBVA.

En cualquier caso, en pocos medios de comunicación españoles, quizás con la excepción de los pequeños medios interneteros, podrán ver ustedes una crítica seria, es decir, sensata, al BBVA y al Santander, los dos grandes poderes financieros españoles. Ambos bancos tienen comprados, no a casi todos los periodistas, sino a casi todos los editores, que sale más barato, porque comprando al editor has comprado a toda la redacción. Especialmente, los grandes bancos tienen comprados a los grandes editores. A PRISA porque le están perdonando una deuda inmensa que en cualquier otra latitud les habría llevado al troceo o a la quiebra. De Mediapro-La Sexta-Público, que no es un grupo empresarial sino una mamandurria de Zapatero, que funciona gracias al monopolio de derechos, a las concesiones administrativas y al dinero de los préstamos privados y públicos. Los señores Jaume Roures y José Miguel Contreras son un caso de medro ultrarrápido tras convertirse en los propagandistas del Gobierno y en los extorsionadores de la banca privada. Eso sí, ambos grupos, PRISA y Mediapro, son ultra-progres y luchan por el bienestar del pueblo, pero nunca verán en sus páginas o micrófonos y pantallas ni una sola crítica a FG o a Botín, a pesar de que les consideran banqueros con bombín para los que el PP son peligrosos liberales de izquierda.

Otros dos medios progresistas, esa vez de derechas, como Tele 5 y Unedisa (El Mundo, Expansión, Marca) están vendidos a los dos grandes bancos, BBVA y Santander, a los que tratan con mimo. La prensa de derechas ídem: los Lara son íntimos de Botín y hasta Vocento, cuyo principal accionista es la familia Ybarra, expulsada por FG del BBVA, trata con mimo a los dos grandes grupos.

Seamos justos: ¿significa esto que los dos grandes bancos españoles sean peores que sus colegas extranjeros de similar tamaño? Ni mucho menos. La banca española no ha pecado de especuladora, como la inglesa, suiza, alemana o norteamericana. De hecho, ha pecado de trabajar para los grandes empresarios, a los que ha apalancado más de lo que aconsejaba la prudencia. No, la banca española es buena banca, como el déficit y la deuda española no se merecen el trato de los tonti-yuppies de S&P.

Lo que critico no es su solvencia, sino que el Santander y el BBVA, se están cargando la libertad de prensa. Y la libertad de prensa es más importante que la solvencia bancaria. Y esta denuncia, prueba del poder de Botín y FG, sólo podrá usted leerla en la prensa independiente de Internet. ¿Comprenden ahora por qué el poder, el político, el económico y el mediático odian tanto a los confidenciales de la WWW?

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com