Sr. Director:

Después de ver la película "Salvador" me siento obligada a expresar mi opinión sobre ella porque conozco esta historia muy de cerca. El policía de 24 años asesinado por el protagonista de esta película era mi tío, hermano de mi madre. En su momento leí un artículo cuando se estaba rodando, pero he querido esperar a su estreno para no adelantarme y tener argumentos para hablar sobre ella. He realizado un esfuerzo para dejar a un lado el dolor y los sentimientos que me provoca todo esto y he intentado ver la película desde una visión objetiva.

Esperaba un argumento basado en el alegato contra la pena de muerte y la defensa de una ideología, pero me he encontrado con la biografía totalmente disfrazada de color rosa, de un muchacho inocente, soñador, valiente que participaba en atracos de forma irrelevante, que utilizaba las armas a modo de juego, inocentemente y no como un joven violento que pertenecía a una banda totalmente estructurada y organizada, que colaboraba con ETA y que utilizaba la lucha armada para defender una ideología política. Hasta sus excompañeros del MIL están totalmente en contra de la versión falseada que se ha pretendido dar en la película.

Ni Salvador era un jovencito inocente ni todos los policías eran los malos que ejercían el abuso de poder que les proporcionaba el régimen.

Desgraciadamente no pude conocer a mi tío, pero tengo muchísimos testimonios de personas que lo conocieron y no era para nada un policía violento ó abusador, además creo que los propios hechos hablan por sí solos; la detención de Salvador fue en un portal en el que había varios policías, mi tío resultó muerto, cosido a balazos. Si sus compañeros hubieran ejercido abuso de poder, podían haberlo matado allí mismo y haber alegado que fue en defensa de un compañero. Sin embargo, Salvador sólo resultó herido.

Sonia Santos Anguas

romerilladetorres@hotmail.com