Para disputarle a Alborch un puesto tan deseado, sin duda el más importante cara a la batalla ideológica y cultural. 

Se reconvierten los 'peperos' y se crecen los 'sociatas'. Si en algo es experta la izquierda es en tomar cargos públicos al asalto. Por ejemplo, Miguel Ángel Sacaluga se postula, desde el Consejo de Administración de RTVE, como el hombre fuerte del nuevo presidente, Rodríguez Zapatero, en materia televisiva. Para significarse, ha lanzado contra José Antonio Sánchez, actual director general, toda una batería de censuras en el Consejo de Administración, y pretende que él es un hombre de consenso.

Lo cierto es que este periodista de siempre de la televisión pública se mostró como un verdadero genio a la hora de engañar al mismísimo Miguel Ángel Rodríguez (MAR), entonces secretario de Estado de Comunicación. Cuando el PP llegó al poder, Sacaluga logró ser, por un lado, confidente de MAR; por el otro, seguía siendo la mano derecha de María Antonia Iglesias, la directora de Informativos de RTVE más mordaz y descaradamente pro-socialista que haya pasado por la Casa.

Es más, Sacaluga, hoy consejero de RTVE en representación del PSOE, fue el motivo de la primera gresca entre el nuevo director de Informativos del PP, Ernesto Sáez de Buruaga, y MAR. Mientras éste, desde Moncloa, exigía que se respetara el cargo de Sacaluga (entonces subdirector de Informativos), Buruaga insistía en que era una estafa. Al final, Buruaga se salió con la suya y le envió de corresponsal a París. Y, en efecto, era una estafa: tanto, que, descubierto el artificio, acabó representando al PSOE en el Consejo.