Las reacciones a los problemas radiactivos de la central de Fukushima  en Alemania provocan que las eléctricas alemanas reclamen a los Estados germanos

 

A los pocos días de la catástrofe fe Fukushima, el Gobierno alemán, en medio de un proceso electoral en sus Estados –y que ya ha provocado la pérdida del control en alguno de ellos por la coalición que dirige Angela Merkel-, estableció una moratoria de tres meses sobre la extensión nuclear aprobada y las centrales nucleares a los años 80.

Sin embargo las compañías eléctricas alemanas que tienen centrales nucleares no se han sentido muy contentas ante esta decisión y RWE, por ejemplo, va a interponer una reclamación administrativa en el Estado de Hesse donde se ha detenido a los reactores Bilbis A y B. Este proceso puede ser largo y en caso de que concluya positivamente para la eléctrica, el Gobierno podría endurecer las condiciones de seguridad más adelante, por lo que el final podría ser el mismo, es decir, el cierre de las centrales.

Pero no solo RWE ha emprendido ese camino. También la eléctrica EON podría seguirle ya que por la moratoria estatal, podría ver cómo tres de sus centrales nucleares deberían ser cerradas.

Andrés Velázquez

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