Globalmente, las tasas de natalidad han disminuido en más del 50 por ciento desde finales de los '60. Rusia y muchos países ya están viviendo un colapso poblacional gracias al alto porcentaje de abortos.
Putin ha aprobado 1,5 millones de rublos para potenciar los nacimientos, además de restringir la publicidad del aborto, ofreciendo la posibilidad de que el médico se niegue a realizarlo, y la obligación de informar a la mujeres de que éste puede causar infertilidad, muerte, y afectar negativamente su salud física y mental.
España, contrariamente, no ofrece a la embarazada ninguna ayuda o alternativa para dar a luz a su hijo, sino sólo para abortarlo. El PSOE además va a financiar la anticoncepción y la muerte del hijo no deseado a través de las prestaciones gratuitas sanitarias de la Seguridad Social, a pesar de la bancarrota del Estado.
Mientras, el invierno demográfico de las naciones desarrolladas avanza y plantea graves problemas a causa de la ausencia del relevo generacional.
Eva N Ferraz
