Partimos de la base de que César Alierta, presidente de Telefónica, no es hombre propicio a marcharse. Para eso habría que echarle y, en este momento, no parece que nadie esté empeñado en ello. Es más, a pesar de que en la 'City' y en la calle Génova (sede del Partido Popular) se habla de las frías relaciones que mantiene Mariano Rajoy y el presidente de la primera empresa del país, lo cierto es que Alierta, al igual que otros presidentes de empresas privatizadas, como FG y Alfonso Cortina, considera que no depende ya del Gobierno de turno, es decir, de Mariano Rajoy, porque dirigen empresas privadas. Lo cual es muy cierto, dicho sea de paso.

En cualquier caso, el rumor que recorre la Compañía es ese: que César Alierta se marcha, no a su casa, sino para abrir un nuevo proyecto de comunicación, y que se llevaría con él a Luis Lada. Sea como fuere, el candidato sucesor sigue siendo el actual presidente de Altadis, Pablo Isla. Además, nadie piensa en un relevo en Telefónica antes de las elecciones de marzo.