Presionará para que el Estado español le pague 18.000 millones de euros por la expropiación de  Rumasa

 

Horacio Oliva sigue al frente del aparato jurídico del empresario jerezano.

Rudolf Scharping fue candidato a la cancillería, pero Oskar Lafontaine se lo cargó. Antes había sido ministro de Defensa de Gerhard Schröder, cargo del que tuvo que dimitir por utilizar el avión oficial para trasladarse a Mallorca a ver a su amor.

Lo ha sido todo en la política alemana pero hoy se conforma con presidir la Federación de Ciclismo y con poner en valor sus contactos políticos. Por eso, José María Ruiz-Mateos, de Nueva Rumasa, le ha contratado para que presione al Gobierno Zapatero. El jerezano es modesto y sólo quiere que el Estado español le pague 18.000 millones de euros.

Mientras, la interminable causa jurídica sigue adelante, con Horacio Oliva como abogado de turno. Al parecer, don José María no renuncia a nada.