• El ministro de Hacienda exige la vuelta de la publicidad a la televisión pública, pues de otro modo no salen las cuentas.
  • Mientras, la vicepresidenta apoya al duopolio (Atresmedia-Mediaset), beneficiado con los 450 millones de publicidad que salieron de TVE, pues teme que masacre al Gobierno.
  • Montoro descarta que se vaya a hacer un ERE, como teme el PSOE y los sindicatos, pero Soraya apuesta por reducciones 'cosméticas' de plantilla.
  • Rajoy ve las orejas al lobo, ya que la situación es muy diferente a la de 2011 cuando ganó sin la televisión. Su asesor Arriola teme sobre todo tener en contra a Antena 3.
  • El duopolio carga contra el que será elegido nuevo presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez, y cree que no les dará tiempo a que vuelva la publicidad.

RTVE sigue siendo un punto de encontronazo entre el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (ambos en la imagen).  

El primero exige la vuelta de la publicidad a la televisión pública, algo que ve como tabla de salvación, pues considera que de otro modo no salen las cuentas. Mientras, Soraya se opone a esto y apoya por tanto al duopolio (Atresmedia-Mediaset), que resultó ser el gran beneficiado con los 450 millones de publicidad que salieron de TVE, pues teme que masacre al Gobierno con sus críticas.

Pero la publicidad no es el único asunto en el que los dos miembros del Ejecutivo no logran ponerse de acuerdo, pues también la plantilla del Ente público es motivo de discordia. Montoro ha descartado este miércoles en la sesión de control, celebrada en el Congreso, que se vaya a hacer un ERE, algo que teme el PSOE y los sindicatos.

Desde la bancada socialista, el diputado Juan Luis Gordo le ha acusado de relegar la televisión pública "a la segunda o tercera división, siguiendo el modelo americano" y tiene razón en lo que dice, también le ha recriminado un recorte del 46% y querer hacer un ERE para despedir al 30% de la plantilla. La vicepresidenta no quiere una reducción de la plantilla salvaje porque se puede liar una muy gorda, pero sí que apuesta por reducciones 'cosméticas' de plantilla.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cambiado mucho y ahora ve las orejas al lobo, ya que la situación es muy diferente a la de 2011, cuando ganó por mayoría absoluta sin necesitar la televisión. Pero en estos momentos no puede obviar este medio de comunicación bajo ningún concepto, por ello apoya las reducciones propuestas por Soraya y un aumento de la publicidad en TVE para contentar un poco a Montoro, claro que sin enfadar demasiado al duopolio.

Mientras, su asesor Pedro Arriola teme sobre todo tener en contra a Antena 3, aunque no le importa tener como enemigos a Cuatro y a La Sexta, además menosprecia a Telecinco, la cadena de la telebasura por excelencia.

En cuanto al duopolio, ya ha cargado contra el que seguramente será elegido este miércoles con los votos del PP como nuevo presidente de la Corporación RTVE, José Antonio Sánchez, ex director general de Telemadrid, ya que el pasado martes no logró la mayoría de dos tercios necesaria en primera votación. Además considera que al Gobierno no le va a dar tiempo a permitir que la publicidad vuelva a la televisión pública, pues le queda un año para las elecciones generales y unos siete meses para las autonómicas y municipales.

El único punto en el que coinciden Montoro y Soraya es en que RTVE debe ser, de verdad, un servicio público. Es decir, debe fomentar la retransmisión de los deportes minoritarios, pero, por ejemplo, no entran en la lucha por la emisión de los mayoritarios.

Cristina Martín

cristina@hispanidad.com