Sr. Director:

El cardenal Rouco ha cumplido la primera parte de su deber: enseñar y advertir. La segunda parte, es gobernar. Si el señor Gallardón y otros que se dicen católicos y viven del voto católico no rectifica, lo que dados los antecedentes parece lo más probable, hay que aplicar la ley de la Iglesia: excomunión. Eso no le impedirá seguir siendo alcalde de Madrid, ni aspirar a la presidencia del PP ni escribir artículos de opinión ni nada parecido. Sólo evitará la posibilidad de una comunión sacrílega, que es algo así como volver a flagelar al Señor. Y proporcionará un poco de claridad a católicos desconcertados y a no católicos. Un poco más de claridad y energía en el gobierno de la Iglesia, especialmente en cuestiones relativas a los tres primeros mandamientos, que miran más directamente a la gloria de Dios sería muy de agradecer. Y además, si cuidamos eso, todo lo demás se nos dará por añadidura. Palabra de Dios.

M. Angeles Frigola Carreras

afrigola@jmbusquets.com