• Y el mercado parece apoyarle. Porque los resultados son malos pero la bolsa los ha acogido con entusiasmo.
  • Por partes: reducen su aportación al beneficio todas las áreas geográficas de negocio, con la excepción del Reino Unido.
  • Cae la cifra de negocios en Brasil y en el conjunto de Hispanoamérica.
  • Descienden el Ebitda y el beneficio.
  • Mejora la deuda, aunque levemente, por las nuevas adquisiciones.
  • Sólo mejora el negocio de televisión, un factor que es considerado clave en el futuro de la compañía.
  • También mejoran los móviles de contrato y los clientes mayoristas.

Casi al límite de fecha, Telefónica ha presentado este miércoles los resultados correspondientes al tercer trimestre de este ejercicio y no se puede decir que hayan sido un cohete, sino más bien otro petardo. La compañía de César Alierta encadena de nuevo una bajada en sus resultados, desde los 3.145 millones de euros de resultado neto en el tercer trimestre de 2013, a los 2.849 millones del actual, un 9,41% menos, cifra que puede incluso parecer buena si nos fijamos en el -23,2% de bajada cosechado en el trimestre anterior, que incluían unos 100 millones de extraordinarios.

Para mantener el 'tipo' en este trimestre se han tenido que cosechar otros 119 millones de extraordinarios, de los que 58 millones han sido por venta de torres no estratégicas y el resto por la venta del negocio de líneas fijas en el Reino Unido.

Ni la cifra de negocios 37.978 millones de euros (-10,90%), ni su ratio favorito, el OIBIDA, con 12.325 millones (es decir, -12,58%), han sido capaces de ofrecer un punto dulce en unas cifras bastante tristes. Incluso todas las aportaciones a la cifra de negocios por áreas geográficas han tenido una evolución negativa respecto al ejercicio anterior, a excepción del Reino Unido, con una aportación al resultado total del 13,55% y que ha mejorado su cifra de negocios en un 4%. Hispanoamérica con una cuota del 28,72% y una cifra de negocios acumulada que desciende a septiembre en un -12,2%. Brasil (22,06% aportación y -9,6% en cifra de negocios) y los negocios en España, que representan el 23,65%, con una cifra de negocios un 8% inferior que en 2013, nos dan una idea de la marcha negativa del conjunto del negocio.

A estas alturas del análisis surgen dudas de qué cifras puede haber que salven un poco lo ya visto. Los resultados están claro que no. Tal vez la deuda. Pues bien, la deuda financiera neta se ha situado en 41.200 millones, frente a los 46.101 millones en 2013, así que  parece que algo ha mejorado, aunque no tanto porque estas cifras son previas a la adquisición, el 1 de octubre de E-Plus, filial de la holandesa KPN en el mercado alemán y 3.679 millones del descenso corresponderían a la ampliación de capital realizada en la filial alemana de Telefónica para la compra de E-Plus, cuya salida de caja aún se había contabilizado a 30 de septiembre.

Otros factores que han influido en esta cifra de deuda, han estado, al igual que en la cifra de resultados, en la devaluación implícita de bolívar venezolano en dos terceras partes y la apreciación de las divisas hispanoamericanas y del dólar. Y otro más: los pagos de compromisos laborales por 600 millones, especialmente en prejubilaciones, una de las rémoras estructurales que arrastra la sociedad y que, como ya hemos comentado en otras ocasiones lastra las previsiones de modernización emprendidas hace algunos ejercicios.

Parece que el impulso de la actividad comercial se sigue manteniendo con cifras récord, con crecimientos en los accesos a la Televisión de pago de un 35%, posiblemente debido a las exclusivas de la F1 y el Campeonato del mundo de Moto GP, de los accesos a móviles de contrato en un 9,6%, o un 6,7% en accesos mayoristas. Por el contrario, siguen descendiendo las cifras de contratación en el resto de productos de la compañía. Los problemas continúan siendo los mismos que hace ya algunos ejercicios:  una competencia cada vez más especializada con unos determinados productos competitivos, estructuras muy ajustadas, que les permite tener una 'cintura' comercial muy ágil para presentar productos muy similares en tiempos relativamente cortos y a precios competitivos.

Un ejemplo claro está en el producto lanzado por Telefónica, hace ahora un par de años, de Internet banda ancha mediante fibra óptica. A fecha de hoy prácticamente los competidores ya tienen este mismo producto con unos precios competitivos y márgenes mejores que los de la otrora compañía monopolio.

En plata, que el proceso de ajuste, que empieza a parecer ajuste permanente centrándose en áreas geográficas muy determinadas e invirtiendo en fibra óptica y en televisión... y en nada más. El negocio desciende en casi todos los ámbitos pero, he aquí la sorpresa del día, el mercado aplaude la estrategia de César Alierta: con un Ibex en caída libre, el único valor que aguanta en todo el selectivo es Telefónica.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com