• Galán evalúa el impacto negativo de la Reforma Soria en 1.400 millones de euros.
  • Al final, el resultado del primer semestre cae respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
  • Y lo más importante: el resultado de explotación se estanca.
  • El sector eléctrico, especialmente las Renovables, tendrá que aprender a ser rentable por sí mismo, sin subvenciones.
  • Lo mejor: la reducción del nivel de deuda.

Parece ya un mantra la petición que vengo haciendo en cada comentario sobre los resultados de nuestras empresas eléctricas: señores del sector y del Gobierno, siéntense, analicen la situación, expongan sus puntos de vista, lleguen a compromisos, solucionen de una vez los problemas del sector.

No puede ser que la normativa pueda dar unos vuelcos tan grandes en tan poco tiempo, que puedan dejar apresadas inversiones al albur de los vientos de políticas energéticas progres, que lanzan sus cantos de sirena con una música llena de subvenciones públicas. Como tampoco puede ser que las empresas del sector se lancen al vacío en pos de inversiones poco rentables sin la muleta de las subvenciones estatales.

Por tercer trimestre consecutivo, Iberdrola presenta sus pérdidas justificándolas con el impacto de los cambios en el marco regulatorio que la eléctrica cifra en -1.395 millones de euros-, con -225 millones de resultado neto menos que en junio de 2013. Es la cifra que confirma las predicciones de los analistas, que en días pasados comenzaban a anunciar esta continuación de resultados negativos.

En cualquier caso: ¡qué cuenta más aburrida! la del primer semestre de 2014 de Iberdrola. El Resultado bruto de explotación, el EBITDA que dice la pedantería angloparlante de los analistas, no se mueve respecto ( 0,02%) al de igual periodo del año pasado y eso a pesar la reducción de los ingresos (-4,5%) que, acompañada por la de los aprovisionamientos (-6,8%), reduce el margen bruto casi en un 1% (-0,8%). A partir de aquí la cuenta de resultados del semestre, que se salda con una reducción del 13% respecto de la misma con la que venimos comparando, es básicamente un juego entre las amortizaciones y provisiones practicadas este año, que se reducen en un 55% y ayudan a la mejora del resultado, y la factura fiscal de este año que sube fuertemente ( 142%) y perjudica, como a todos, el beneficio final. Finalmente la reducción del resultado financiero (-40M€), que luego comentaremos, y los 185M€ de la enajenación de activos no corrientes permiten que la caída del  resultado (-225M€) no sea exactamente del doble (-450M€)

Algo de luces nos muestra el resultado financiero, neto de gastos e ingresos financieros, que se reduce un 7,2% y el movimiento de su balance. El proceso de desapalancamiento, reducción neta de deuda, que todos los sectores vienen practicando, parece que se va ralentizando ya en esta compañía, que preside Ignacio Sánchez Galán (en la imagen), (cae un 25% el ritmo de reducción de la misma), aunque no el de atesoramiento de activos líquidos y reducción de inversiones financieras permanentes. La posición de liquidez aumenta sensiblemente y los activos corrientes cubren las obligaciones a corto plazo, cuando a finales de 2013 había un desfase del 10%. Es cierto que todo esto ha tenido la contrapartida de aumentar los plazos de vencimiento en algunas deudas existentes.

Eso sí, el mercado no debe contemplar alternativas, porque ha recibido al alza la cuenta del primer semestre.

Resumiendo lo que ya he comentado. Importante la resolución de los conflictos tarifarios y solución a las subvenciones en las renovables. Esto ha de dar un sosiego al sector que nos podrá demostrar sin excusas que el modelo es económicamente viable o al menos poder comparar las cuentas que se vienen publicando, porque de un año a otro, a veces parece que hablamos de negocios distintos.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com