• Pero la deuda global sigue siendo muy, muy elevada (6.298 millones de euros).
  • La empresa que lidera Manuel Manrique ha destinado 122 millones. procedentes el dividendo de Repsol, al achique de deuda. Ahora mismo, su endeudamiento corporativo se sitúa en los 293 millones de euros.
  • El negocio cae, también el beneficio, aunque el listado de pedidos crece, especialmente en cartera industrial.

No son resultados como para tirar cohetes pero lo cierto es que el semblante de Sacyr mejora. A 30 de septiembre, el principal problema del grupo que preside Manuel Manrique (en la imagen), la deuda, evoluciona positivamente gracias al dividendo extra procedente de Repsol, tras su acuerdo con el Gobierno argentino sobre YPF: 122 millones que han ido a reducir deuda corporativa, la más peligrosa, que ahora desciende hasta los 293 millones de euros.

Eso sí, la deuda bruta, epígrafe que se ha convertido en clave para el sector constructor, está en los 6.298 millones de euros.

Respecto a los resultados, mejoran las expectativas pero no el presente. Los ingresos, a 30 de septiembre, en tasa anual, descienden, mientras sube el listado de pedidos comprometidos, especialmente la cartera industrial. También la internacionalización lo cual, como ocurre en todo el sector, es bueno y es malo: bueno porque, si no hay obra civil en España –y no la hay- tienes que buscarte la vida fuera. Malo, porque los márgenes con los que se trabaja en el exterior son verdaderamente mínimos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com