• Aumenta la deuda a largo plazo con los bancos un 13%, esto es, en 400 millones de euros.
  • La compañía pierde 648,7 millones de euros en 2013, un 154% más que un año antes.
  • Si descontamos extraordinarios, los números rojos serían de 87 millones de euros
  • Los ingresos de explotación aumentan un 2,3% gracias al crecimiento del 7,2% de los ingresos publicitarios durante el cuatro trimestre.
  • Los gastos de explotación aumentan un 24,2% pese a la política restrictiva del grupo.
  • El EBITDA cae un 30,6%, lo que deriva en un EBIT negativo de más de 800 millones de euros y un BAI negativo en 985 millones.
  • La situación patrimonial, en la UVI: pierde más de 1.000 millones de euros de recursos propios.
  • PRISA es cada vez menos española: el 67% de su EBITDA viene de Hispanoamérica.
  • Santillana sigue siendo la joya de la corona y la que sustenta las pérdidas de los negocios de radio y televisión.

El análisis de la presentación de las cuentas anuales de PRISA siempre resulta de especial interés dado que nos ofrece la posibilidad de interpretar sus datos tanto desde un punto de vista optimista como pesimista, esto es, quedándonos con lo bueno o con lo malo, que de todo tiene, como en botica.

En este sentido, el resultado neto para el ejercicio 2013 ofrece unas pérdidas de 648,7 millones de euros, un 154,4% de pérdidas superior que el ejercicio anterior. No obstante, parece que el criterio de "uniformidad" de los datos queda truncado por ciertos eventos extraordinarios, derivados de cambios en criterio de registro del patrocinio de ciertos eventos, indemnizaciones efectuadas por la reestructuración de personal, deterioro del fondo de comercio, litigios con efecto en el impuesto sobre sociedades o la provisión dotada por el acuerdo de ONO. Tras estas partidas el resultado neto ajustado que nos facilita la entidad sólo ofrece unas pérdidas de 86,09 millones, frente a los 12,82 del ejercicio precedente.

Dichos saldos quedan explicados por un aumento del 2,3% en los ingresos de explotación, alcanzando los 2.725 millones de euros, con un incremento interesante en el último trimestre del año (p.e. los ingresos publicitarios aumentan en un 7,2%), lo que permite a la entidad valorar con cierto optimismo su evolución en el año 2014. No obstante, si bien los gastos de explotación se mantienen bajo  una política restrictiva, por lo que "sólo" aumentan un 24,2%, su EBITDA refleja un beneficio exiguo, inferior en un 30,6% al del ejercicio precedente, lo que deriva en un EBIT negativo de más de 800 millones de euros, y un resultado negativo antes de impuestos de 985 millones.

Ello conduce a un aumento de la debilidad patrimonial reflejado en una reducción de más de 1.000 millones de sus recursos propios, situación que se compensa, desde el punto de vista de la financiación, con un aumento de las deudas con entidades de crédito a largo plazo en 400 millones (un 13% más) y una disminución del pasivo corriente en 110 millones, especialmente frente a acreedores comerciales. Todo ello deriva en una estructura algo más sólida del capital corriente (ya saben la diferencia entre las disponibilidades y las obligaciones a corto) positivo para el año 2013 (165 millones), frente a cifras negativas cercanas a 60 millones en el ejercicio precedente. La reestructuración de la deuda, algo que se materializó en octubre de 2013, se ve presidida por nuevas líneas de liquidez que permitirán ofrecer flexibilidad financiera para ganar tiempo, a cambio de una serie de condiciones adiciones (comisiones cancelables mediante warrants).

Desde el punto de vista de segmentos de actividad, y tal y como sucede con muchas entidades españolas, gran parte de sus ingresos y beneficios proceden de Hispanoamérica, representando en el caso de PRISA el 67,5% del EBITDA. Los crecimientos sólidos en moneda local en actividades como la Educación o Radio se ven lastrados significativamente por el impacto negativo por la evolución de los tipos de cambio, al cual se le achacan parte de los problemas del grupo a tipo constante (es decir sin tener en cuenta los resultados de la variación del tipo de cambio para los ingresos y gastos que no son en euros) los ingresos de Santillana en Iberoamérica se incrementan en un 10,8%, frente a un cambio a tipos corrientes (que sí contemplan dicha variación) del 0,6%.

Prensa y Televisión de pago afectan negativamente el comportamiento de la entidad, que sobrelleva la situación gracias a una cierta mejoría o estancamiento de las áreas de Educación, Radio o Media Capital, y a un posible cambio de tendencia que se refleja en datos menos malos en el último cuatrimestre, que sin el efecto de los eventos extraordinarios podría reflejar incluso un comportamiento positivo.

En definitiva su estructura patrimonial y financiera puede ser resumida como convulsa, con aspectos claramente malos y aspectos en los que ha mejorado, sin que pueda afirmarse cuál es cuál de un análisis previo. Ello permite pensar que el funcionamiento del grupo que preside Juan Luis Cebrián (en la imagen) depende en gran medida de la confianza que pueda ofrecer a sus acreedores, especialmente entidades de crédito que apuestan por su continuidad y refinanciación. Los apoyos que pueda obtener en tal sentido resultarán claves.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com