En la mañana del miércoles se hacían públicos los resultados de la segunda eléctrica española, Iberdrola, ante analistas financieros y prensa. Resultados equilibrados, aunque no son como para tirar cohetes. La cascada de resultados (página 20 del Informe) habla de Ebitda que crece un 16%, y de un beneficio no de 1.382 millones de euros, un 15,% más que en 2004.

Ahora bien, lo más llamativo de todo el balance es la caída del negocio tradicional, entendiendo por ello, generación, distribución y comercialización, que se desploma un 18%. El año se ha salvado gracias a las renovables no conviene olvidar que es la energía más ecológica por también la más subvencionada), donde Iberdrola es la primera empresa del mundo, e Iberoamérica.

Por lo demás, Galán aplaudió las medias del Gobierno para crear el mercado eléctrico a plazo y acabar con la tarifa industrial, mucho más barata en España que en Europa, aunque eso no signifique que la tarifa doméstica baje. Por el contrario, subirá, a un ritmo similar al del presente año, rondando el 5%.

Aclaró Galán que los fondos para pagar siempre que la OPA salga- los activos que Iberdrola comprará a GN saldrán, mitad por mitad, de una ampliación de capital y de deuda bancaria.

Más cosas. Se niega Galán a hablar de la re-introducción de la energía nuclear en España: no quiere ser el abanderado de una energía aún impopular: que sea el Gobierno quien se moje (y el Gobierno quiere que decida Bruselas).

Y más cuestiones. Galán no quiere ser presidente de la patronal eléctrica Unesa. La verdad es que no podría, pues el último fue su actual jefe, Íñigo Oriol, porque el enfrentamiento entre las compañías a causa de la OPA sobe Endesa es de tal calibre que UNESA sólo existe a efectos estadísticos.