• Completa lo más duro de su reestructuración y vuelve a beneficios (23 millones). Pero el margen de intereses continúa estancado.
  • La entidad generó en 2013 unos resultados antes de provisiones de 769 millones, un 59% más que en 2012.
  • La liquidez de la que disponía al cierre del año se situaba en el 18% de los activos totales y depende menos del BCE.

Banco Mare Nostrum (BMN), que preside Carlos Egea (en la imagen) ha situado el margen antes de provisiones en 769 millones de euros, tras completar el grueso de su plan de reestructuración en 2013, lo que supone un incremento del 59% respecto a 2012. El banco -fruto de la fusión de Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra- ganó el año pasado 23 millones de euros, con lo que deja atrás los números rojos del año anterior, según la información de la propia entidad.

El margen de intereses fue de 652 millones de euros, algo inferior a lo registrado el año anterior, como consecuencia del traspaso de activos a la SAREB y de la venta de negocio de las oficinas de Cataluña y Aragón. El margen se redujo 0,05 puntos porcentuales, hasta el 1,17%.

BMN generó 445 millones de euros por resultados de operaciones financieras, en los que se incluyen 102 millones extraordinarios por la conversión en acciones de instrumentos híbridos. Paralelamente, redujo un 24% los gastos de explotación, hasta los 537 millones. Además, la entidad prevé nuevas mejoras de eficiencia en 2014 al haberse completado en un 96% la reducción de oficinas.

El banco, con una tasa de morosidad del 12,4%, destaca el "gran esfuerzo de saneamiento", elevando las dotaciones a 735 millones, que incluyen las realizadas como consecuencia de la reestructuración y reclasificación de créditos refinanciados. BMN finalizó su proceso de recapitalización mediante la conversión en acciones de los instrumentos híbridos colocados entre inversores profesionales y la ampliación de capital de 730 millones suscrita por el FROB.

El ratio de capital principal se incrementó hasta el 10,4%, el Common Equity T1 (en terminología de Basilea III) hasta el 9,5%, y hasta un 8,8% el ratio de capital Basilea III (fully loaded), es decir, cargando todas las deducciones contra el capital desde el primer momento sin tener en cuenta el período transitorio hasta 2019.

La entidad concedió en 2013 más de 1.800 millones de euros de créditos, 1.000 millones de ellos para las pymes. La estabilidad en los depósitos le ha permitido mantener la mejora del ratio de préstamos sobre depósitos minoristas hasta un 107,6%,5. De este modo, la liquidez de la que disponía al cierre del año se situaba en el 18% de los activos totales (redujo el recurso al BCE en 1.500 millones). En enero ha realizado ya su primera emisión de mercado de Cédulas Hipotecarias, colocando en el mercado internacional 500 millones, con una demanda tres veces superior.

Y hasta ahí todo bien. A partir de aquí comienzan los problemas. Un banco ayudado por el sector público, como es BMN, y que no cuenta con mal equipo gestor (sigue Carlos Egea, que es una garantía) tiene, sin embargo, un problema. Mejor, dos: es un banco jibarizado y con un margen de interés estancado. Esto segundo -por cierto, epígrafe retirado de la cuenta de resultado de su nota pública- puede ser perdonable, aunque sea el principal problema al que se enfrenta la banca española: el desastre de su negocio típico, que ha vuelto a determinar que el negocio bancario ha dejado de ser negocio. Cinco de los seis grandes bancos españoles han visto cómo les caía su margen de intereses en 2014, así que un estancamiento tampoco es para llorar.

Lo primero es más grave. Mare Nostrum ha culminado su reestructuración, sí, pero a costa de jibarizarse. Los activos han pasado en un año de 63.300 a 47.000 millones de euros. Si esto sigue a la baja es claro que terminará en manos de otro tiburón o en bolsa.

Eso sí, no olvidemos que Egea cuenta con el apoyo de su amigo, ex consejero de la propia entidad, el ministro de Economía Luis de Guindos. Siempre viene bien contar con un amigo en el Gabinete.

Sí, insisto en que Egea es una garantía, porque se encontró dentro dos puerros importantes: la mallorquina Sa Nostra y, aún peor, la andaluza Caja de Granada, cuyo único mérito financiero fue el de financiar la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. 

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com