Al finalizar el acto oficial, se ha celebrado una improvisada rueda de prensa. Las preguntas de los plumíferos, las obligadas: que por qué se cobra por entrar en un centro concertado, qué por qué la ecuación es diferenciada, que cuántos inmigrantes hay escolarizados, que para cuándo un centro público en Arroyomeaques.

El vicepresidente de la fundación Tiempos Más Nuevos, Carlos Cremades, ha aclarado que la pedagogía moderna demuestra que la maduración de hombres mujeres es diferente desde el punto de vista del desarrollo personal y cognitivo. Por eso podemos decir que es perjudicial la coexistencia. Una diferencia con que se produce desde los 7 a los 15 años. Al varón le va un ambiente más competitivo que por supuesto no le va a la mujer aclara Cremades.

Por su parte, el director del centro, Juan Antonio Perteguer, aclara que el centro ha discriminado positivamente a aquellos alumnos con dificultades motoras y problemas de dislexia y otro tipo. Para ellos no sólo está preparado el centro sin barreras arquitectónicas, sino que se han establecido clases de apoyo. No es posible que discriminemos a nadie porque el órgano que selecciona a los alumnos es externos a nosotros, es la Comunidad de Madrid.

En cuanto a las cuotas, el director general de centros educativos de la Comunidad de Madrid, Javier Restan, aclara que ningún padre puede ser forzado a pagar si no quiere o no puede hacerlo. Otra cosa son las cuotas de comedor o transporte o las aportaciones voluntarias que cada pare quiera hacer. ¿Va a haber más centros ulracatólicos?, le espeta un plumífero Yo no entiendo qué significa eso; no entiendo esa palabra responde Restan Bueno, pues eso, este centro, el Opus, colegios católicos..., responde demagógicamente el periodista. Católicos sí, porque cerca del 80% de los centros concertados son católico; desde la Comunidad lo que queremos es que haya pluralidad, que haya centro Monte Tabor.