• Las condiciones no tienen por qué ser las mismas para Bankia, CX y NCG Banco.
  • Imprescindible: si Goirigolzarri (en la imagen), Castellano o quien se quede con Catalunya Caixa, pretenden seguir al frente de la entidad, tendrán que encontrar inversores que paguen todo el dinero aportado para recapitalizarla.
  • Y en igualdad de condiciones, tendrán ventaja los compradores españoles.
  • Otras entidades que precisen capital europeo también tendrán que cumplir las exigencias de Bruselas.
  • Los créditos se situarán sensiblemente por debajo del bono soberano, serán a largo plazo y con un fuerte periodo de carencia (¿Dos años?).
  • La nota positiva: el Ministerio de Economía y el Banco de España-FROB hablan ahora con una sola voz.

Se van perfilando los flecos del rescate bancario europeo que, previsiblemente, se conocerán antes de que termine la semana.

De entrada, a cambio de su aportación en créditos blandos, la Unión Europea exigirá a los banqueros que se rebajen sus emolumentos y que renuncien al dividendo. Y todavía no nos hemos olvidado del banco malo.

Los créditos se otorgarán sensiblemente por debajo de la rentabilidad del bono soberano, a largo plazo -se habla de entre 10 y 12 años- con dos de carencia. Un comité de evaluación conjunto España-UE vigilará la evolución de las entidades.

Lo más importante: como regla de resolución del proceso, los directivos de las entidades afectadas que pretendan quedarse al frente una vez saneadas, deberán aportar inversores que paguen lo mismo que se ha gastado el erario público en el reflotamiento. Tendrán preferencia los inversores españoles.

Más: todos los bancos que reciban ayudas deberán reducir su tamaño y, lo más grave, vender sus participaciones industriales. Piensen en Bankia y asústense.

Si algún banco, además de los tres nacionalizados, pretende acceder a créditos europeos, también deberá someterse al arbitraje europeo.

Y, por supuesto, España deberá colaborar en la Europa bancaria, es decir, en la cesión de soberanía reguladora y supervisora.

Y en toda esta tenida, sólo un punto positivo: por vez primera, Ministerio de Economía y Banco de España-FROB negocian ante Europa con una sola voz. Desde la salida de Fernández Ordóñez y su sustitución por Luis María Linde, las relaciones entre Banco de España y Gobierno son inmejorables. Lo que no ocurría con el gobernador MAFO, ni con el PP de Luis de Guindos ni con el PSOE de Elena Salgado.

Eulogio López
eulogio@hispanidad.com