• Otro ejemplo de una institución católica que acoge a la población musulmana y católica que huye de los ataques de los Anti-Balaka (grupo terrorista formado por exmilitares y delincuentes).
  • Los Anti-Balaka atacan a musulmanes inocentes tras los crímenes que cometieron los yihadistas de Seleka.
  • Y la Iglesia católica les acoge y protege: "El 60% de la población de Centroáfrica está escondida, protegida y hacinada en las parroquias", explicó el obispo Juan José Aguirre a Hispanidad. 
Ya hemos contado en Hispanidad que en la República Centroafricana, en este momento, no hay cristianos matando musulmanes, sino que lo que hay son exmilitares y delincuentes (llamados Anti-Balaka) que han atacado a musulmanes inocentes tras los crímenes que cometieron los yihadistas de Seleka.

También hemos explicado que las parroquias cristianas acogen a la población, que huye de ese enfrentamiento sangriento: "El 60% de la población de Centroáfrica está escondida, protegida y hacinada en las parroquias", como explicó el obispo Juan José Aguirre a Hispanidad. O sea, población (cristiana y musulmana) protegida en las parroquias ante la violencia de los anti-Balaka (que no son milicias cristianas, insistimos).

También contamos cómo un misionero cristiano promueve la paz en el país, al reunirse personalmente con los cabecillas de los grupos armados, tanto los yihadistas de Seleka como los delincuentes de Anti-Balaka, hasta que se logró una salida sin sangre.

En ese contexto, se produce una nueva noticia que habla de la labor de las instituciones católicas por el bien la población del país. "Somos uno de los 5 campos de refugiados más grandes de Bangui. Según el último censo realizado por una organización no gubernamental, el número de nuestros refugiados ha bajado y se ha estabilizado en 7.500 personas", dice a Fides el padre Federico Trinchero, misionero carmelita descalzo que trabaja en el convento de Notre Dame du Mont Carmel en Bangui, capital de la República Centroafricana, todavía sumida en el caos y la inseguridad.

"Ha habido semanas en las que hemos sido muchos más. Pero desde hace unas dos semanas hemos conseguido liberar todos los patios internos del convento, ocupados por refugiados desde el 5 de diciembre", añade el misionero, añade.

El padre Federico narra cómo ha ido evolucionando la vida en su campamento para desplazados. "Ahora todos nuestros huéspedes han encontrado refugio bajo tiendas de plástico, en las que puedan vivir más de una familia unidas. Para ser exactos, se han montado 79 tiendas de campaña: 21 de 80 metros cuadrados y 58 de 160 metros cuadrados. Hay también que añadir un centenar más de tiendas de campaña para una única familia. Además de las tiendas se han instalado 116 letrinas y 110 duchas".

Esta información es un ejemplo más de que en la República Centroafricana, en este momento, no hay cristianos matando musulmanes, sino cristianos que acogen como hermanos a los musulmanes.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com