• Pero ya se ha desatado en Madrid la lista de candidatos a sucederle. A destacar, Juan María Nin, Borja Prado (autonominado) y Nemesio Fernández-Cuesta.
  • Aunque nada está escrito. Moncloa asegura no entrar en el cambio de presidente.
  • Además, habría que negociar la indemnización que, entre cuatro anualidades y pensión, se elevaría a 60 millones de euros.  
  • El acuerdo no deja de ser otra burla argentina. Cómo convertir un robo en un pacto de Estado a tres bandas.
  • Y de confirmarse el canje por bonos argentinos, ya el pitorreo sería mayor.
  • Lo peor: el prestigio de España en Argentina y México, al nivel del betún.
  • Rajoy, una vez más, no supo resistir la presión de un mandatario, en este caso del presidente Peña Nieto.

La propia escenificación (la reunión tuvo lugar en Buenos Aires, no en Madrid) ya da pistas. Empecemos por el final: el prestigio de España ha quedado a la altura del betún, tras haber cedido Mariano Rajoy a la presión del presiente mexicano Peña Nieto. Al final, el acuerdo Repsol-YPF no deja de ser otra burla de doña Cristina Fernández de Kirchner que podríamos titular "Cómo convertir un robo -la expropiación de YPF- en un acuerdo político a tres bandas: Madrid, México y Buenos Aires".

Los defensores del pacto aseguran que mejor eso que nada, que es lo que abocaba llevar al conflicto a los tribunales internacionales, pero lo cierto es que Brufau (en la imagen) comenzó pidiendo 18.000 millones de dólares y que sólo el inmovilizado que se quedó allí y los 20 años de explotación previstos valían más de 10.000 millones de euros.

En principio, parece ser que serán 5.000 millones. En un principio se dijo que 1.500 millones en dinero y 3.500 millones en bonos argentinos -con poco crédito en los mercados-, pero aún no conocemos la letra pequeña.

A la poste, el prestigio de España por los suelos. Por una razón: ha sido Pemex, el presidente mexicano Peña Nieto, quien ha convencido a Rajoy para dar el paso para rendirse. Pemex amenazaba a Repsol con una OPA, pero lo cierto es que la empresa mexicana es un desastre de pérdidas e ineficiencia: ha perdido 7.000 millones de euros durante los nueve primeros meses del año.

En cualquier caso, Pemex es empresa extracomunitaria. Por tanto, el Gobierno español podría haber vetado una OPA de Pemex sobre Repsol, lo que llevaría a la mexicana a buscarse algún aliado dentro de la Unión Europea.

Dicho esto, volvamos al presente:

La cuestión ahora es si un Antonio Brufau desautorizado (injustamente desautorizado por el Gobierno Rajoy) presentará la dimisión en Repsol. Todo indica que no. Ningún socio, tampoco Pemex, se lo va a pedir, y el Gobierno Rajoy tampoco, pero la duda está en saber si se trata del principio del fin de Brufau en Repsol.

Fuentes del Consejo de la petrolera reconocen que ya se están moviendo los candidatos a sustituirle. Por ejemplo, Borja Prado, presidente de Endesa, que siempre ha anhelado ese puesto. Además, también se barajan los nombres de Juan María Nin, consejero de Repsol y número dos de Caixabank. Y Nemesio Fernández-Cuesta, aunque a éste se le ve más como consejero-delegado, cargo que ejerce, de hecho, ahora mismo.

Por otra parte, si Brufau se marcha habría que negociar su salida. En su contrato figuran cuatro años de indemnización (tres más un cuarto de no concurrencia) así como el fondo de pensiones que ya acumula 30 millones de euros. Total, 60 millones de euros, una cifra nada despreciable.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com