• La publicidad de éxito geológico en Sandía es del 19% y en Chirimoya del 17%.
  • Ahora bien, la demagogia reinante en Canarias, y disparada por el propio presidente de la comunidad, Paulino Rivero, ha hecho que el Gobierno español anime a Repsol a continuar.
  • Este mismo año empezará a perforar a 50 kilómetros de la costa de Fuerteventura.
  • El riesgo ecológico es mínimo y Brufau presenta a los empresarios canarios un informe con diferentes zonas turísticas del mundo donde se hacen prospecciones. Entre otras, la Costa Dorada tarraconense.
  • Y sigue toda la polémica con una estrategia de fondo que abarca el universo entero de los hidrocarburos: el 'shale gas' y el 'shale oil'.  

 

Fue una entrevista más seca de lo habitual, la que sostenían durante la mañana del martes el presidente canario Paulino Rivero y el presidente de Repsol, Antonio Brufau. La verdad es que no tenían nada que decirse sino lo ya sabido. El uno que Repsol debía paralizar sus prospecciones 'indagatorias' frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. El otro, que tenía todos los permisos y que ya está bien de renunciar a la riqueza en una zona deprimida por prejuicios ecologistas y demagógicos de la 'casta' política (de la 'casta' no de la 'caja') canaria.

Además, el Gobierno Rajoy, y en concreto el ministro de Energía, el canario, José Manuel Soria, han animado a Repsol a seguir adelante. Es verdad, no se puede permitir que el populismo se imponga a la razón.

Y si se trata de proteger al turismo, Brufau explicó a los empresarios canarios las muchas zonas turísticas del mundo en las que se producen prospecciones petrolíferas. Por ejemplo, en Tarragona, las costas con más turismo por metro cuadrado de todo el país.

Ahora bien, lo que sorprende es que el propio Brufau explicó a los empresarios canarios que las probabilidades de éxito geológico en los yacimientos de Sandía son del 19% y en el yacimiento de Chirimoya, del 17%. No son malos porcentajes, pero tampoco es para tirar cohetes. En cualquier caso, convendría perforar antes de que lo haga Marruecos en sus conexas aguas territoriales. Además, no se trata de extraer petróleo sino de comprobar si lo hay, en condiciones para la explotación rentable.

Y todo ello en un ambiente, en el sector de los hidrocarburos, en los cinco continentes, marcado por la irrupción del 'shale gas' y el 'shale oil', que amenazan con dejar sin contenido las prospecciones tradicionales.

Por cierto, Repsol pensaba perforar junto a otros tres socios internacionales. Ahora ha decidido hacerlo solo. ¿Eso significa algo No lo sé.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com