• Tampoco Pemex, naturalmente, aunque Suárez Coppel tampoco podría. Con la venta del primer paquete de 5% de Sacyr, Repsol ha ganado 145 millones.
  •  El mercado ha castigado a la petrolera menos de lo esperado, sobe todo porque el dinero se destina a incrementar fondos propios.
  •  Todas las opciones quedan abiertas para el 5% restante: pagar dividendo en especie, venderlo a un socio industrial, etc.
  • Eso sí, la operación no ha mejorado la situación de Sacyr, sólo ha alargado su agonía.

Con un descuento del 5% sobre el precio de cotización, Repsol le compró el 10% de sus propias acciones a Sacyr. Con el mismo 5% de descuento ha vendido ahora a inversores institucionales la mitad de ese porcentaje, quedando el 5% restante en autocartera. Como la acción ha subido, el presidente de Repsol, Antonio Brufau (en la imagen) se ha embolsado 75 millones de euros en plusvalías. Y como la compra se produjo en 2011 y la venta en 2012, ha cobrado de paso otros 70 millones en dividendos. Total: 145 millones que no se repartirán sino que engrosarán los recursos propios de la entidad. Negocio redondo.
Eso sí, la venta al descuento ha provocado el consiguiente castigo del mercado a la cotización de la petrolera, que en la recta final de la sesión llegó a bajar un 6,2%. Un punto y dos décimas por encima del descuento al que han comprado los fondos.
No es demasiado castigo, sobre todo si consideramos que se trataba de una jornada bajistas para las petroleras. Quizá el mercado ha premiado el reforzamiento de los recursos.
Ahora queda otro 5% en autocartera. Puede repartirse esta misma operación, puede venderse al menudeo o puede colocarse en un grupo industrial, ahora bien, la única decisión de Brufau es que no podrá venderse a un socio actual de la petrolera. Desde el punto de vista mercantil, incluso legal, la decisión es acertada: no queda bien vender con descuento a un accionista. Pero, por pura coincidencia, naturalmente, resulta que tampoco podrá adquirir ese paquete la mexicana Pemex.
Además, el director de la petrolera estatal de aquel país Suárez Coppel, se está encontrando con más problemas de los esperados, no ya para aumentar su participación en Repsol sino tan siquiera para mantener el actual 10%
Y todo esto es hermoso. Brufau ha arriesgado y ha ganado. Ahora bien, al adquirir un 10% de Repsol que Sacyr tenía embargado por los bancos, no ha salvado a la constructora: sencillamente ha prolongado su agonía y se abre la vía a la venta del segundo paquete, el otro 10%, porque el apalancamiento de Sacyr continúa siendo muy alto.
Eulogio López

eulogio@hispanidad.com