• Aunque no será consejero delegado sino director general de Negocios.
  • En cualquier caso, impide el nombramiento de un hombre de La Caixa, primer accionista, para el puesto.
  • Además, Fernández-Cuesta, más joven que Brufau, podría ser su sucesor al frente de la petrolera.
  • Por otra parte, nombra a Miguel Martínez, ex director general de Negocios, responsable de la división Económica, Financiera y de Desarrollo.
  • Y el jurista Luis Suárez de Lezo, se encargara casi en exclusiva, del litigio por YPF.
  • Y todo esto con los ojos puestos en el nuevo plan estratégico 2012-2016 que la compañía ha presentado y el mercado ha recibido con una bajada de la acción en torno al 6%.

Mañana de estrenos en Repsol. Por una parte, la nueva sede que la petrolera ha construido en Madrid y, por otro, el nuevo organigrama de la compañía. Lo primero es casi mejor que, si pueden, vayan a verlo ustedes mismos. Merece la pena. De lo que sí vamos a hablar es de lo segundo.

De todos los nombramientos que ha realizado Antonio Brufau, presidente de Repsol (en la imagen), ha llamado especialmente la atención el de Nemesio Fernández-Cuesta como número dos, es decir, como consejero delegado. Una peculiaridad: que en realidad, siendo número dos de Repsol, no es consejero delegado sino director general de Negocios. En cualquier caso, con este movimiento Brufau se ha adelantado a La Caixa y ha taponado una posible sugerencia por parte de Isidro Fainé.

Además, conviene tener en cuenta que Fernández-Cuesta es más joven que Brufau, con lo que podría ser, en un futuro, su sustituto al frente de la petrolera. Para comprobar esto, sin embargo, nos tememos que habrá que esperar todavía algún tiempo.

Lo que también llevará algún tiempo es la solución del asunto YPF. Para luchar por los derechos de la petrolera frente al Gobierno de Cristina Fernández, Brufau ha colocado a Luis Suárez de Lezo, consejero secretario general y del Consejo. El presidente confía que en tres o cuatro años se solucione el problema causado por la expropiación de YPF. En este sentido, ha vuelto a insistir en su voluntad de negociar con el Gobierno argentino, aunque ha admitido que todavía no ha recibido respuesta a su petición de diálogo.

Y, ¿qué hay del plan estratégico post-YPF? Pues a grandes rasgos, que el crecimiento de la compañía se basa en cuatro pilares: un mayor empuje del Upstream, maximizar el retorno de la inversión realizada en el pasado en el Downstream y en el GNL (gas natural licuado), en lograr una solidez financiera y en una retribución competitiva a los accionistas.

Sin embargo, lo que más preocupa al presidente -o por lo menos así lo ha hecho entender durante la presentación- es el rating de la compañía. Brufau pondrá todos los medios a su alcance para que las agencias de rating califiquen de manera positiva a la petrolera, y sabe que para ello necesita reducir la deuda neta total de 11.300 millones de euros.

La persona encargada de lograr el reto es Miguel Martínez, nuevo director general Económico, Financiero y de Desarrollo que, hasta hoy sólo era director económico. Sin embargo, Martínez ocupó, hasta junio de 2011 el cargo que hoy pasa a ser de Fernández-Cuesta -y que entonces fue eliminado del organigrama- con lo que el nuevo nombramiento de Martínez se interpreta como una confirmación de la palmadita hacia abajo que le propinó Brufau hace un año.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com