Se buscan sustitutos para los vicepresidentes y para el responsable de Exteriores

Sebastián en baja y Garmendia en alza. La gran mentira de los monclovitas es que ZP piense en retirarse al final de legislatura: en lo que piensa es en retirar a sus ministros quemados para solventar el cada vez más evidente desgobierno.

Los fontaneros monclovitas y los medios afines esparcen el rumor de que ZP está cansado, de que su mujer le pide que lo deje a finales de legislatura y que el presidente está harto de apagar fuegos. Lo cierto es que ZP quiere batir en Moncloa el récord de Felipe González  y no parará hasta que lo consiga.

En lo que sí piensa es en hacer una completa remodelación del Gobierno para evitar la sensación de desgobierno y caos que cunde en el país y, también porque hasta los menos informados se asombran de que con una oposición dividida y un marrianismo acomplejado, la labor del Gobierno sea ensuciada con gran dureza en la encuestas (empate técnico entre PSOE y PP).

La idea de Zapatero consiste en prescindir de sus dos vicepresidentes. De la Vega, cada vez más lejos del timón de mando, anda desaparecida, y sus relaciones con ZP no son buenas. Podría sustituirla Cristina Garmendia, la ministra emergente, la ministra Porsche, no por lo que hace sino porque pasa inadvertida y no tiene mala imagen.

No es difícil sustituir al vicepresidente económico Pedro Solbes. El candidato neutral -por eso nadie ha pensado hasta ahora en otro- es el ministro de industria, Miguel Sebastián, pero las relaciones del poderoso Sebastián con el presidente del Gobierno no son las de antes. Es más: está en la cuerda floja.

Tampoco parece que sirva el actual secretario de Estado de Economía, David Vegara, hombre de Intermoney, como Sebastián, cuya máxima de actuaciones es no mojarse ni en la ducha. Así que el ex ministro Carlos Solchaga, hombre a quien ZP escucha con agrado, ha puesto sobre la mesa el nombre de Pedro Pérez, aún presidente de Itínere.

Pérez -conocido como el zorro plateado- fue secretario de Estado de Economía con Carlos Solchaga. Solchaga, hoy ideólogo de PRISA, y asesor empresarial también quiere colocar a su compañero de despacho, José Aureliano Recio, aunque no ha trascendido en qué puesto.

Otro candidato es Guillermo de la Dehesa, otro ex secretario de Estado de Economía, hoy en el consejo del Banco de Santander. Eso sí, con el Felipismo le llamaban Guillermo de la Derecha, así que sus posibilidades no son muchas.

Y ojo, porque no sólo los dos vicepresidentes están en discusión sino también Miguel Ángel Moratinos, al que se acusa de filtrar a El País el fiasco de los vuelos secretos de la CIA, donde el Gobierno ha pegado un viraje de 180 grados.